Guerra en Gaza
Los universitarios españoles se organizan por Palestina: "No queremos ser cómplices de lo que ocurre en Gaza".
Los organizadores mandan un mensaje de apoyo al alumnado de Columbia tras el desalojo: "estamos con vosotros"
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Gonzalo Sánchez
"¡Un periodista de Chile! ¡Vamos a salir en las noticias de Chile!". Esther, una alumna de Ciencias Políticas, descuelga el teléfono y levanta los brazos. Está sentada en una silla plegable en el césped del campus de Filosofía de la UV, como otros 50 estudiantes que llevan dos días acampando por Palestina. Tan pronto acaba la entrevista vuelve a su práctica de R (un lenguaje de programación) que está haciendo en el portátil. Han dado entrevistas a decenas de medios nacionales y han atendido a la tele argelina, la del Líbano o hasta Al Jazeera, el medio más relevante de todo el mundo árabe.
La Acampada por Palestina de la UV empezó oficialmente el lunes por la tarde, después de una asamblea. Eligieron los jardines de la facultad de Filosofía para hacerla, la primera noche durmieron en el vestíbulo del campus y las siguientes en tiendas de campaña. Es la primera acampada universitaria por Palestina de España y la cuarta de toda Europa, y sigue la estela del estudiantado que hizo lo propio en la universidad de Columbia (EE UU) que la noche del lunes fue desalojado con fuerza por un enorme dispositivo policial, a pesar de tratarse de una protesta pacífica. La protesta ha prendido en más de 50 universidades estadounidenses.
Su acampada, como la de Columbia, es indefinida hasta que se cumplan algunas de sus peticiones entre las que están el fin de la compraventa de armas con Israel o sumarse a la iniciativa sudafricana en el Tribunal Internacional de Justicia de la ONU. Por otra parte, tienen peticiones concretas a las universidades valencianas que se resumen en "el compromiso claro y por escrito de no firmar ningún acuerdo ni convenio con instituciones israelíes hasta que no acaben los crímenes de lesa humanidad contra el pueblo palestino". Actualmente, tanto la UV como la UPV tienen cátedras y convenios firmados con la universidad de Tel Aviv, o con empresas que trabajan allí.
La protesta cuenta con el apoyo de profesorado de la universidad, sindicatos estudiantiles y sindicatos generalistas. Son conscientes de que han acampado sin permiso, pero aseguran que la relación con la decana es "cordial".
"Nos plantamos"
Los acampados son plenamente conscientes del impacto que pueden tener 50 estudiantes en una guerra que sucede a 3.000 kilómetros de distancia, pero su protesta va mucho más allá y buscan extenderse por España. Aseguran que ya están hablando con universidades de Alicante, Madrid y Barcelona para organizar acampadas en más campus.
"Nos estamos plantando. No queremos ser cómplices de lo que está pasando, y vamos a intentar hacer la presión que podamos. Hay muchas formas de ayudar y esta es una. Quizá no podemos aportar humanitariamente, pero podemos mostrarles la humanidad compartida. Que sepan que en el mundo occidental también nos acordamos de Palestina y estamos con ellos", cuenta Irene Jorde.
Escalada armamentística
Una de las razones de fondo de la protesta es rechazar la escalada armamentística que está viviendo la Unión Europea, que ya ha anunciado que aumentará su inversión en defensa a costa del presupuesto para mitigar el cambio climático. "La Unión Europea sigue vendiendo armas a Israel y mientras tanto estamos viendo una escalada bélica y un aumento del gasto militar. Somos jóvenes, este es nuestro presente y quien va a ir a la guerra vamos a ser nosotros", lamenta Jorde.
La acampada va llenándose de actividades y formas de apoyar cada día que pasa. "Ayer hicimos dos formaciones con gente experta para conocer en detalle lo que está pasando, explica Ignacio Oliver, estudiante de Politícas.
Hay muchas formas de apoyar la causa Palestina, empezando por los pequeños gestos. "Boicot, desinversión y sanciones. Lo que puede hacer la gente es dejar de apoyar a las empresas que apoyan a Israel,y a las instituciones que les pongan sanciones para evitar que siguen cometiendo crímenes. Algo tan sencillo como dejar de comer en McDonalds o de consumir productos de HP marca una diferencia y hace presión para avanzar un poco más hacia la paz".
Los estudiantes explican que llevan varios días recibiendo muestras de apoyo de la ciudadanía, que se han acercado para darles comida y para preguntar de qué manera pueden ayudar. Monge cuentan que esperan que la concentración aumente a partir de este fin de semana "hasta gente con niños nos ha dicho que se pasará el fin de semana para apoyar", explica.
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