Bodega Piedra Fluida es el reflejo de la viticultura heroica, el compromiso con la tierra propia y la defensa del patrimonio vitícola. Ubicada en La Orotava, bajo la DOP Islas Canarias, simboliza la máxima expresión de la recuperación de la historia a través de la viña, de donde surge esa satisfactoria inquietud de darle una nueva vida a la viña vieja.

Cepas que son tesoros enológicos de más de 80 años de antigüedad que vuelven a brotar tras uno o dos años de cuidados, porque, al final, la tierra devuelve el cariño que le das. Bodega Piedra Fluida asegura el control de la calidad durante todo el proceso, desde el origen en el viñedo revitalizado hasta la producción del vino, lo que supone también la salvación y mantenimiento de esa viña antigua.

El ecosistema privilegiado donde nacen los vinos se dibuja en las más de 34 hectáreas de viñedo propio, los de mayor altitud de Europa, custodiados en suelo volcánico a 1.687 metros de altura y cultivados a temperaturas extremas. El esfuerzo y la dedicación diaria contribuyen en la obtención de un vino único, ecológico y exquisito, que deleita el paladar con tintos, blancos y orange.

Bodega Piedra Fluida elabora vinos de altura a partir de uvas cosechadas de forma manual, con métodos ancestrales y prácticas altamente sostenibles, cuyas cepas reciben el sol adecuado para la perfecta maduración de la uva y el mantenimiento idóneo de los niveles de acidez. Cada botella representa la pasión y el entusiasmo de un grupo de personas que saben que la excelencia de un vino no reside solo en su sabor, sino en el tiempo y la dedicación puestas en su cultivo y transformación.

Una parte fundamental de la filosofía de la bodega Piedra Fluida es el respeto y la valorización de los vinos canarios, porque, el consumidor, debe ser consciente que al comprar una botella se contribuye no solo a una actividad que genera económica local y puestos de trabajo, sino también al sostenimiento y protección del paisaje, así como a la difusión de ese acervo cultural que nos define y diferencia como pueblo.

Canarias es tan rica y próspera que conserva cepas originales que no fueron dañadas por la temida plaga de filoxera que en el siglo XIX provocó la destrucción masiva de viñedos en prácticamente toda Europa. De esta cuestión que marcó la historia son perfectamente conscientes en la empresa, de ahí su férreo compromiso con la protección de un patrimonio vitícola singular, original y con unas características propias que hacen de estos vinos un producto extraordinario.

Bodega Piedra Fluida preserva un legado cultural y natural que aporta al sector del vino el testimonio más palpable de la viticultura heroica.