La Unidad Militar de Emergencias (UME) fue un recurso clave para recuperar a los fallecidos en el derrumbe de un edificio en Los Cristianos la pasada semana. Profesionales de otras instituciones alabaron su preparación y equipamiento. Pero sus mandos evitan el protagonismo y destacan que el éxito radicó en el "trabajo en equipo y en compartir material y conocimientos".

El teniente coronel Isaac López es jefe del II Batallón de Intervención en Emergencias (BIEM), con base en Sevilla. Desde la primera foto que le envió el capitán Mirabal, jefe del Subgrupo Táctico de Los Rodeos, tuvo claro que hubo un "colapso" tipo "sándwich" (las plantas cayeron de forma plana unas sobre otras) y aparentemente no había ningún "habitáculo de vida" (huecos en los que una persona puede salvarse). "Por las imágenes sabíamos que era una tragedia", dice el mando.

Ante las reducidas dimensiones de la parcela y al haber ya otros recursos, la UME envió al Equipo de Rescate Urbano, con personal de la base de Los Rodeos y otros profesionales de Gando. Acudieron un grupo de mando y control; el de búsqueda cinológica (con perros); búsqueda técnica (con una cámara térmica, visual y captadora de sonidos), y el equipo de desescombro. Además, estuvieron con elementos de apoyo logístico y sanitario para poder ser autosuficientes durante varios días.

Esta es la primera vez que en Canarias la UME se enfrenta a un hecho de este tipo. El teniente coronel califica de "verdaderamente brillante" la estimación del lugar donde podían estar las víctimas por el oficial jefe de Bomberos de Tenerife, Salvador Reyes. Cabe recordar que, sobre un croquis del edificio y con ayuda de la presidenta de la comunidad, se señaló dónde vivían las personas no localizadas y en qué parte del piso podían estar. Isaac López aclara que se fue llevando al perro a los puntos estimados. Y opina que la labor de Reyes y del grupo cinológico de la UME resultó clave para extraer a los fallecidos. Añade que, lamentablemente, el can más eficaz fue "Nick", especializado en buscar cadáveres. El brigada Mallorquín, jefe del Grupo Cinológico, explica que primero rastrearon la "zona cero" dos perros para localizar a personas vivas, tanto de la Guardia Civil como el de AEA. Todos los animales de búsqueda de vivos hicieron un "gesto extraño" en el lugar donde más tarde se halló el primer cadáver. Después, en ese espacio se buscó huecos, por los que se introdujo la cámara de vídeo del equipo de búsqueda técnica, que confirmó que allí había un cuerpo sin vida. Mallorquín aclara que, desde ese momento, actuaron los miembros del equipo de desescombro. Tras hallar a cada fallecido, se reiniciaba el mismo procedimiento de actuación (perros de vivos, perros de cadáveres, cámara de vídeo y desescombro).

El cabo Germán Pérez Lorenzo describe a "su" perro "Nick" (un pastor belga malinois) con orgullo: "ágil, no muy grande, muy alegre, fuerte psicológicamente, aguantó bastante bien la presión desde el primer al último día; yo diría que fue de menos a más; y en ningún momento tuvo dificultad para moverse en los escombros". El brigada Mallorquín reconoció que la forma de trabajar del perro hasta la última víctima fue ejemplar. ¿Cómo se trabaja la fortaleza psicológica de "Nick"? Mallorquín comenta que "es un trabajo diario, con un plan de instrucción y, a veces, se debe frustrarlo, porque, si siempre consigue el premio, el día que no lo logre, se vendría abajo". Y a nivel físico, existe un plan de entrenamiento semanal, con trabajo en grandes áreas, estructuras colapsadas, educación física, obediencia o sociabilidad. Mallorquín cree que la experiencia adquirida en Los Cristianos servirá de ejemplo y preparación para el futuro, así como para corregir posibles errores. "Tenemos una formación, pero no es completa hasta que llega una situación como esta, porque hay hechos que no están escritos", señala. Isaac López advierte de que es mejor adaptar los conocimientos a la situación real, que tratar de adaptar la realidad del suceso a la teoría. Para el teniente coronel, tras un episodio así "se hace un juicio crítico que nos ayuda a saber qué no hemos hecho y debíamos hacer, en qué podemos mejorar o qué experiencia hemos adquirido". Y también se efectúa una evaluación psicológica del interviniente, "que es importante" para evitar choques postraumáticos.

López alabó la coordinación que hizo el Ayuntamiento y aclaró que la gestión integral de la emergencia fue completa, "desde el trabajo de la Policía Nacional, Guardia Civil, Policía Local, Policía Autonómica, el Instituto de Medicina Legal o los bomberos, (que hicieron una labor excepcional), hasta la información del gabinete de prensa de Arona, o el apoyo a las familias". "Le puedo decir que las autoridades municipales, insulares o del Gobierno canario estuvieron allí, con nosotros, casi sin dormir hasta el tercer día y se lo digo literalmente", señala López.

El cabo Mayantigo Cedrés es responsable del equipo de rescate urbano, que viene después del trabajo de los perros y la visualización con cámara. Estos profesionales tienen herramientas especializadas, como gatos o apuntalamientos hidráulicos; martillos percutores y efectos de excarcelación. El desescombro a mano hubiese sido muy difícil o hubiera llevado mucho tiempo. Uno de los mecanismos usados en Los Cristianos fue una especie de broca con punta en forma de corona para hacer agujeros en paredes de hormigón para introducir por ellos la cámara del equipo de búsqueda técnica.

Isaac López García

teniente coronel del II batallón del biem-ume

Germán Pérez Lorenzo

cabo del grupo cinológico de la ume

El único perro en Canarias para hallar cadáveres

El perro "Nick" es el único en Canarias que actualmente está completamente formado para la localización de cadáveres. Su preparación física y psicológica resultó clave en la actuación durante la tragedia de Los Cristianos.