Análisis genéticos de las heces de los perros, campañas que abroncan al dueño del can, multas de hasta 15.000 euros y patrullas caninas constituyen las principales armas de las ciudades españolas para plantear batalla a las cacas.

La última iniciativa ha partido de la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, que anunció hace unos días una enorme campaña de multas para quienes no recojan los excrementos de sus perros, unas sanciones que podrán sustituirse por trabajar en la limpieza de las calles de Madrid los fines de semana.

Entre las multas más elevadas, según la información recabada por las delegaciones de Efe, se encuentran las de Las Palmas de Gran Canaria, donde las sanciones graves oscilan entre 150 y 1.500 euros, y las muy graves entre 1.500 y 15.000 euros, según la ordenanza de tenencia de animales.

El incumplimiento se considera una infracción grave, que se convierte en muy grave si la persona reincide en seis meses.

Aparte de recoger los excrementos, en la capital canaria hay que llevar un liquido para aclarar la orina del perro. Le va a la zaga la capital vizcaína: las multas en Bilbao por los excrementos de perros son de 750 euros para las infracciones leves, 1.500 euros para las graves y de 3.000 euros para las muy graves.

En 2015, su Ayuntamiento aprobó también hacer un estudio sobre la posibilidad de identificar a los 25.000 perros censados en la villa mediante análisis de ADN para, en su caso, localizar a los dueños que no recogen las heces, pero el proyecto está actualmente parado. Menos científica pero más visual es la iniciativa que puso en marcha hace un año la localidad vizcaína de Ermua, que decidió identificar con banderines rojos las deposiciones de perros abandonadas en las calles. En una semana colocó banderines en 347 cacas.

Menos onerosas que las de Bilbao son las penas del Consistorio de Murcia: 150 euros si es la primera infracción, 300 euros si es un reincidente y 1.500 euros si persiste con esta actitud por tercera vez. Además, el consistorio murciano ha puesto en marcha la campaña "No seas marrano", que quiere evitar las pintadas y recordar a los dueños de los canes que deben recoger los excrementos.