Con la mirada hacia la anhelada meta de la privacidad, la universalización del cifrado para la seguridad de las telecomunicaciones en internet se perfila ya como un camino sin retorno, avalado por los últimos movimientos de populares plataformas en el sector, aunque teñido de sombras.

Al reciente paso de WhatsApp, propiedad de Facebook, de robustecer el cifrado de extremo a extremo para garantizar que las conversaciones no puedan ser espiadas por terceros, se suman los de plataformas como WordPress, que ha añadido el protocolo de seguridad "https" a todos los dominios para salvaguardar la privacidad del usuario, consciente de la relevancia de este requisito.

El cifrado en las telecomunicaciones se basa en general en una serie de funciones y algoritmos matemáticos que ayudan a autentificar y validar los mensajes y a sus interlocutores, de manera que quien uno dice ser resulte serlo realmente, explican expertos consultados por Efefuturo.

"El mundo acabará cifrado", afirma Alberto Ruiz, ingeniero preventa de Sophos Iberia, para quien un "nuevo paradigma" se abre camino. Coincide con él Eddy Willems, de la empresa G Data y uno de los mayores expertos en ciberseguridad, quien precisa que este proceso en la seguridad de las telecomunicaciones es imparable aunque se avanza "demasiado lento".

Se trata de "un camino sin retorno", añade en su blog el experto Enrique Dans, profesor del IE Business School, para quien cada vez más servicios recurrirán a conexiones cifradas. Pero esta carrera tecnológica en pro del robustecimiento del cifrado para la seguridad no implica garantías absolutas de privacidad, algo por lo que se preocupa cada vez más el internauta, precisa Miguel Suárez, jefe de estrategia de seguridad en Symantec. Dado que plataformas como WhatsApp mantienen el control de datos tan importantes como la hora de envío de mensajes del usuario y de los destinatarios no sería descartable que los suministraran en caso de exigencia por parte de autoridades competentes para ello, advierte el experto de G Data. Persiste asimismo el riesgo de acceso a datos almacenados en el propio terminal por parte de terceros mediante robo de claves del usuario más allá de la comunicación segura.