El 70% de los menores que sufre acoso escolar lo padece a diario y en más del 40% de los casos desde hace más de un año, unas cifras que han aumentado en el último año según un estudio que revela que tres de cada diez de estos niños se lo ocultan a sus padres por miedo o para no preocuparles.

Son datos del "I Estudio sobre bullying según los afectados" presentado ayer por la Fundación ANAR (Ayuda a niños y adolescentes en riesgo) y la Fundación Mutua Madrileña, y que tiene el objetivo de analizar esta lacra desde la perspectiva del menor que lo sufre o del adulto que lo denuncia. El teléfono ANAR, que funciona 24 horas todos los días del año, recibió en 2015 un total de 25.000 llamadas referentes al acoso escolar y el número total de casos contrastados y atendidos ascendió a 573, lo que supone un aumento del 75% respecto a 2014 (328 casos).

La edad más habitual de padecer acoso son los 12 y 13 años, y respecto al sexo el 51% son chicas.

Además, el 30,7% de los niños que sufren acoso reconocen que no se lo han contado a sus padres porque no quieren preocuparles, porque sienten miedo o porque temen una sobrerreacción de los padres ante el colegio o con los acosadores. No obstante, el 86% se lo llega a contar a alguien.

Entre los motivos que alegan las víctimas para sufrir el acoso, están ser poco hábiles en la relaciones sociales, estar fuera de la moda, defectos físicos, ser diferentes o sufrir discapacidades. "Si el principal motivo de acoso es ser diferente, todos somos diferentes y por tanto cualquier niño es sujeto de acoso", explicó el director general de la Fundación Mutua Madrileña, Lorenzo Cooklin, quien alertó de la extensión del acoso al domicilio o al entorno de la víctima a través de la redes sociales. El informe detecta un uso intensivo de nuevas tecnologías, sobre todo grupos de whatshapp, donde insultan y critican a la víctima y un mayor grado de acoso tras la salida del colegio, junto a amenazas en el barrio y a través de redes sociales. El responsable de ANAR Benjamín Ballesteros destacó el aumento de las llamadas al teléfono de ayuda, cuando se conocen supuestos casos de acoso, como el de Diego, que denunciaron sus padres tras su muerte. "Tras las últimas noticias sobre casos de acoso escolar a finales de enero, se ha registrado un crecimiento de las llamadas sobre todo de padres pidiendo ayuda, de profesores para informarse sobre protocolos de actuación, de niños con un alto nivel de ansiedad por sentirse víctimas y de padres de niños que son testigos del acoso", explicó. Entre las pautas que ofrecen los expertos para identificar a una víctima, el informe alerta de que el menor se muestra triste y vulnerable y falta a clase.

Aumenta un 75% la cifra de llamadas por bullying

Las llamadas por casos de acoso escolar aumentaron durante el año 2015 un 75% respecto al año anterior, según el estudio de esta fundación, que se fundamenta en los testimonios de los afectados a través del teléfono de esta ONG, que el año pasado atendió 25.000 consultas relacionadas con este problema. Desde 2009, las llamadas a este recurso de ANAR (900202010) -atendido por 200 psicólogos las 24 horas del día, todos los días del año- se han cuadruplicado, pasando de 154 en ese año a 573 en 2015.