Rico en células madre sanguíneas, el cordón umbilical se ha convertido, desde los años 90, en un preciado bien para tratar patologías graves como la leucemia, pero también ha abierto el debate sobre su conservación en bancos privados o su donación al sistema público.

En España existen siete bancos públicos donde hay almacenadas unas 61.000 unidades de sangre del cordón umbilical (SCU), lo que supone cerca del 10% de la reserva mundial. Cualquier embarazada mayor de edad con una gestación normal y un parto sin complicaciones puede ser donante.

Las células madre sanguíneas son las encargadas de renovar los glóbulos rojos, los blancos y las plaquetas y su principal utilidad son los trasplantes, especialmente en niños, ante enfermedades congénitas y de la médula ósea.

Tal y como explica a Efe el director de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), Rafael Matesanz, una de las principales ventajas de la sangre del cordón umbilical es que no es necesaria una similitud tan alta entre donante y receptor como la que se requiere en el caso del trasplante de médula. También Luis Madero, jefe del Servicio de Oncohematología del Hospital Infantil Niño Jesús de Madrid, opina que la sangre del cordón para paciente pediátrico es una opción de tratamiento "más que favorable" debido, además, a que al tratarse de niños no es necesario que el cordón tenga una celularidad muy alta.

Y a pesar de esto, y de que la legislación ofrece todas las opciones (desde donarlo a un banco público hasta enviarlo a uno privado dentro o fuera de España) lo más frecuente a día de hoy es que la sangre del cordón sea desechada. Es en este escenario donde entran en juego empresas que se encargan de la conservación de la SCU en bancos privados, la mayoría fuera de España, ya que la legislación establece que cualquier muestra que se guarde en territorio nacional entra dentro del pool de las 650.000 unidades de sangre disponible, a nivel mundial, para cualquier enfermo que lo necesite. Estos bancos ofrecen la posibilidad de conservar la SCU para uso autólogo -para el propio niño- con el argumento de que le podría salvar la vida si en el futuro padece determinadas enfermedades.

La mejor opción, la donación pública

La ONT recomienda la donación pública, "con verdadera utilidad demostrada mediante evidencia científica". También se pronuncia así la directora médica del Programa Concordia de Donación de Cordón Umbilical del Banco de Sangre y Tejidos de Barcelona y directora técnica el Comité de Acreditación de Transfusión Sanguínea, Marta Torrabadella. "La sangre de cordón es útil para curar enfermedades como la leucemia y ésta, cuando aparece en los primeros años de vida, tiene siempre un origen genético. Volver a poner la misma sangre que ya ha caído enferma no tiene la misma potencia que poner la de un donante sano compatible", explica la experta. También Matesanz señala que la utilidad de guardarse el cordón para uno mismo "es muy escasa", ya que si el niño padece alguna de estas patologías "es muy probable que la sangre del cordón contenga células malignas".