La comunidad musulmana en España reivindica la libertad para usar el burkini mientras que colectivos de mujeres rechazan esta prenda con rotundidad, tras la polémica desatada en Francia por la prohibición del traje de baño islámico, que cubre todo el cuerpo, excepto la cara, las manos y los pies.

En declaraciones a Efe, el presidente de la Unión de Comunidades Islámicas de España (Ucide), Riay Tatary, subraya que la controversia sobre el uso del burkini no afecta a España, donde no se ha regulado sobre esta cuestión.

Tatary reconoce que este atuendo es excepcional en las playas españolas y enmarca su utilización dentro de la libertad personal. Pone como ejemplo el caso de Alemania, donde las mujeres y jóvenes musulmanas acuden a piscinas públicas o privadas que reservan un día para ellas con normalidad, aunque los grupos de ultraderecha discrepan de esta medida para "sacar tajada electoral y arañar votos".

Opina que el debate sobre el burkini "no es de envergadura" y apuesta por abordar cuestiones "más importantes" en nuestro país como la educación que es "la llave para evitar la radicalización y favorecer la convivencia en una sociedad plurirreligiosa".

Destaca que la Unión de Comunidades Islámicas de España trabaja desde hace veinte años para que todos los musulmanes reciban una enseñanza religiosa "idónea y correcta", al tiempo que reclama al Estado un aumento del profesorado para impartir esta materia. Por su parte, la presidenta de la Asociación de Mujeres Juristas Themis, Amalia Fernández, se muestra en contra de la utilización del burkini por considerarlo "un retroceso en los derechos de las mujeres". "En Europa no podemos retrotraernos en los derechos que hemos conseguido. Igual que el hombre no lo usa, la mujer no tiene porqué hacerlo", señala.

A su juicio, el uso del burkini no entra dentro del derecho personal de ninguna mujer, sino que implica la obligación y la imposición de que ellas tengan que vestir de determinada manera, independientemente de que algunas lo lleven porque quieren. Si surgiera algún problema en España, lo mejor sería regularlo, según la Asociación de Mujeres Juristas Themis.

La profesora titular de Derecho Constitucional de la Universidad de Alcalá de Henares (Madrid), Encarna Carmona, coordinadora del Grupo de Investigación para la Igualdad de Género, precisa que en la prohibición del burkini en varias localidades francesas hay un conflicto de derechos fundamentales.

A favor de la prohibición de esta prenda, los ayuntamientos franceses alegan la laicidad del Estado, así como la protección del orden público y la seguridad tras los últimos atentados yihadistas. La igualdad de género es otro argumento para apoyar el veto al burkini, que cubre el cuerpo de las mujeres y no de los hombres, lo que supone "una discriminación" y "un atentado a la dignidad de las mujeres", recalca.

En el otro lado de la balanza, afirma, los defensores del traje de baño de las mujeres musulmanas pueden reivindicar el derecho a la libertad religiosa y a la libertad ideológica. La libertad ideológica no solamente protege la posibilidad de pensar como uno quiera, tener ideas propias y vivir de acuerdo con ellas, sino que permite que haya personas que vayan a la playa con un bañador o desnudas.

Carmona defiende la prohibición del burka, pero en el caso del burkini se inclina por no vetar esta vestimenta. "Es mejor que acudan a las playas con estos "trajes de buzo" en vez de recluirse en sus casas. "El Derecho solo debe prohibir cuando algo está muy justificado", resalta la profesora.

las claves

España, sin regulación. El uso del burkini es muy puntual y no se ha generado un debate sobre el asunto.

Retos pendientes. La comunidad musulmana en España considera que hay que abordar cuestiones más importantes para evitar radicalismos.

Burka no, burkini sí. La profesora de Derecho Constitucional Encarna Carmona cree que el burka debe estar prohibido, pero no el burkini. "Es mejor que vayan así a las playas en vez de recluirse en sus casas".