Javier Arenas, harto de esperar, desiste de mantener una reunión con Ibarretxe
Después de tres días de intercambio epistolar, el ministro de Administraciones Públicas, Javier Arenas, anunció ayer en Almería que no volverá a convocar al lehendakari Ibarretxe a un encuentro para abordar el traspaso de competencias. "Ya me he cansado", dijo el ministro, para quien ya ha quedado claro "quien quiere dialogar y quien no".
No habrá, al menos de momento, reunión entre Arenas e Ibarretxe. El ministro aseguró ayer que no insistirá más en su petición de entrevistarse con el presidente vasco, que había formulado tras anunciar, al día siguiente de su toma de posesión, su propósito de visitar a todos los jefes de gobierno autonómicos. "Allá ellos - sentenció - . Queda claro quién quiere dialogar y quién no y eso es algo que le compete a Ibarretxe puesto que es su responsabilidad".
Arenas decidió no volver a pedir una reunión con el lehendakari tras recibir el viernes la nota que emitió el Gobierno vasco en la que Ibarretxe le advertía de que antes de convocar un encuentro el ministro debía aclarar su acuerdo o desacuerdo con los preceptos de Estatuto de Gernika que indican que la aceptación del modelo autonómico no conlleva la renuncia a otros derechos históricos de la comunidad vasca.
El ministro intentó conversar con Ibarretxe al día siguiente del debate sobre el estado de la nación pero no pudo hacerlo porque el lehendakari estaba en una reunión. En lugar de devolver la llamada, el jefe del gobierno vasco remitió a Arenas una carta el jueves en la que condicionaba la celebración del encuentro a un compromiso, por parte del Ejecutivo de Aznar, con el cumplimiento íntegro del Estatuto.
Esa misma tarde, Arenas respondió, también por carta, que el Gobierno estaba dispuesto a abordar las transferencias pendientes en la Comisión Mixta y siempre que el lehendakari aceptase el marco de la Constitución y renunciara a decisiones "al margen de los procedimientos legales", en clara alusión a los pronunciamientos sobre autodeterminación aprobados en el Parlamento de Vitoria.
La nota del viernes de Vitoria colmó la paciencia del ministro que ayer hizo público su hartazgo. "Ya me he cansado y no insistiré más", dijo tras subrayar que ha mantenido ya conversaciones con todos los presidentes autonómicos a excepción del vasco.