La mala racha económica durará todo este año y la situación se remontará con la llegada de 2010. Ésta es una de las conclusiones principales del debate que ELDÍA ha organizado esta semana bajo el título genérico de "La crisis económica en Canarias".

Los invitados son el consejero de Empleo, Industria y Comercio del Gobierno de Canarias, Jorge Marín Rodríguez Díaz; el presidente de la Asociación de Agricultores y Ganaderos de Canarias (Asaga), Henry Sicilia Hernández, y el director general de la Cámara de Comercio, Industria y Navegación de Santa Cruz de Tenerife, Vicente Dorta Antequera.

De entrada, Jorge Rodríguez asegura que la crisis en Canarias está "en torno a la media estatal, según los diferentes indicadores. No estamos ni mucho mejor ni mucho peor que el conjunto de España. Por ejemplo, de enero a enero, el paro registrado en España creció un 47%, y en las Islas lo hizo un 45%. Asimismo, las ventas caen un poco más en Canarias que a nivel nacional, el IPC es más o menos el mismo, etc. No obstante, en algunos segmentos el impacto es mayor, y hay que analizar esta realidad".

Desde el punto de vista del consejero autonómico de Empleo, Industria y Comercio, "se están solapando varios niveles de la crisis. De una parte, el financiero, que todos conocemos y del que, aunque se originó en Estados Unidos (EEUU), todos somos responsables. La mayoría de las entidades financieras, probablemente más en EEUU, pero también en Europa, daban préstamos y concedían créditos con cierta facilidad, lo que ha supuesto el fracaso del modelo ultraliberal". A ello se añadió con posterioridad "una crisis económica real", indicó.

Según Rodríguez, la crisis financiera "puede que en el primer semestre de este año quede encaminada, si no resuelta, más con los anuncios que ha hecho el Gobierno estadounidense de inyectar dos billones de dólares para salvar el sistema", y agregó que en Europa "ya se han estado tomando medidas, por lo que es posible que en este primer semestre también quede encaminada".

Una vez se logre, "habrá que ver qué de real hay en la crisis ?prosiguió el consejero?, que en España es especialmente grave, debido a que en el último quinquenio el país perdió en torno a un 15% de su capacidad de exportación y el crecimiento ha estado siempre basado en la construcción y en el consumo interno". Destacó que en la actual recesión "la construcción ha caído como consecuencia de la burbuja financiera e inmobiliaria y el consumo interno ha descendido por el propio decrecimiento de la economía".

Respecto al tiempo que permanecerá Canarias en crisis, Rodríguez señaló que "dependerá de varios factores. Y primero hay que ver si somos capaces de verdad de resolver la crisis financiera". En su opinión, el sector de la construcción "tardará muchos años en recuperarse, no uno ni dos, hasta estar a un nivel de velocidad de crucero. Además, su situación nunca será igual que la que tuvo en los últimos años. Habrá que analizar cómo encajará la economía española el frenazo de la construcción y la pérdida de productividad y competitividad frente a otras economías más punteras". Para paliar ésta reclamó no sólo políticas y medidas coyunturales, sino también de tipo estructural.

Pendientes del turismo

Asimismo, destacó que "en la medida en que se recuperen los países emisores de turistas como Alemania y el Reino Unido, existe una posibilidad cierta de que en las Islas la recuperación económica se inicie antes que en el conjunto del Estado. Y hay buenos síntomas, como que Dinamarca ya ha salido de la recesión, y que es probable que Alemania lo haga en un par de trimestres. Luego veremos lo que sucede con el Reino Unido".

Concretando un poco más su pronóstico sobre la fecha de salida de la crisis, el titular autonómico de Empleo dejó claro que la previsión es que "todo 2009 será malo, y también parte de 2010, aunque lo más difícil calculamos que será a mediados de este ejercicio. Podríamos tener un crecimiento positivo del PIB en las Islas en 2010, aunque hacer previsiones exactas es muy complicado".

A este respecto, Rodríguez señaló que parámetros como la inflación, el precio del petróleo o el comercio internacional "están cambiando tan rápidamente en función de pocos meses que es difícil hacer pronósticos a uno o dos años, ya que la economía canaria es muy dependiente de otras europeas, más que de la española, pese a que este verano dependeremos mucho de cómo se comporte el turismo peninsular".

En su primera intervención, Henry Sicilia mostró su confianza en que "una vez que el sector financiero ha recibido las primeras inyecciones y las ha dedicado a atender sus necesidades, ahora con las segundas ya debería comenzar a repartir esos recursos", lo que aliviará la situación económica de las familias y empresas.

"Lo que sí nos ha llamado la atención en un sector como el nuestro, que lleva tantos años padeciendo y reduciendo su participación en el PIB, es la diligencia con que la Administración ha atendido y rescatado a los bancos y cajas, lo que nos da cierta tranquilidad porque comprobamos su capacidad de respuesta, que es lo que nosotros siempre hemos exigido", valoró.

En su opinión, el campo canario, que tampoco es ajeno a las estrecheces crediticias, "debe darle la vuelta a esta crisis y verla como una oportunidad, ya que su actividad, que es producir alimentos, no es una opción, sino una obligación y una necesidad. Hay ciertas tendencias que cambian, en los lineales han aumentado las marcas blancas, se sustituyen alimentos y tal vez la boutique del gourmet disminuya sus ventas, pero el consumo básico se mantiene".

Solución más temprana

Reclamó que las instituciones aprovechen la oportunidad de reestructurar la economía isleña, "que ha estado muy basada en turismo y construcción", dando mayor protagonismo al sector primario, que "tiene capacidad de producción, pero necesita mejorar su comercialización, una asignatura pendiente para el autoabastecimiento".

De momento, los que se mantienen son los cultivos de exportación, como los plátanos, tomates y flores, "que dan trabajo a un montón de gente", resaltó Sicilia, aunque matizó que "no podemos bajar la guardia porque el tomate está pasando por una crisis muy importante, con un alto nivel de endeudamiento y serias dificultades para acceder a créditos".

Donde hay que centrar los esfuerzos es en "reorientar muchas de las producciones que son responsables del suministro del mercado interior. El grado de dependencia que tenemos del exterior refleja una irresponsabilidad de todos, no sólo del Gobierno, sino de los consumidores, que tienen que participar activamente en la apuesta por los productos canarios", indicó, porque "eso es algo que va a ayudar también a reactivar la economía".

Además, la agricultura condiciona su impulso a la finalización de las infraestructuras hidráulicas, cuya construcción "puede también generar puestos de trabajo".

Por su parte, Vicente Dorta destacó que la pérdida de empleo es el gran problema hoy en Canarias, "que entró en la crisis económica con un leve retraso respecto al conjunto nacional, pero la sufre con más intensidad: el deterioro del mercado laboral es más fuerte que en la mayoría de las autonomías". De todas formas, "dependiendo de muchos factores, la crisis puede que dure menos que la nacional".

Por sectores, opinó que el inmobiliario "está tocando fondo, su desempleo se ha duplicado y es difícil que baje más". Agregó que, aparte de que sea conveniente dar un giro al modelo productivo canario, sigue siendo necesario "apoyar, por el efecto de arrastre que tiene en otros sectores y por ser tan intensivo en mano de obra, el sostenimiento y la reconversión de la construcción".

Respecto al sector industrial, recordó que "tiene poca capacidad de maniobra porque su peso en el PIB canario, quitando la energía, es muy limitado", pero consideró que también debe apoyarse, sobre todo "estimulando las actividades que tengan un mayor componente tecnológico y de innovación".

Para Dorta, el sector "que va a determinar en gran medida cuándo saldrá Canarias de la crisis es el de servicios y, dentro de éste, fundamentalmente el turismo, aunque también el comercio". Para que evolucionen de forma favorable, el director de la Cámara cree importante "reforzar la confianza de los consumidores con unas políticas claras que transmitan seguridad y liderazgo por parte de instituciones y administraciones".

Después, también en el sector servicios, "es importante diagnosticar los subsectores que tienen más potencial, como el ocio, la cultura, la atención y otros servicios sociales, etc. Es vital estimularlos porque pueden tirar de la actividad económica". Resumió que 2009 "va a ser un año muy complicado y, si los servicios se apoyan de manera adecuada, tal vez en 2010 se empiece a ver una ligera recuperación".

Mantenimiento del empleo

La preocupación por el paro, con 216.000 desempleados en las Islas, centró la segunda parte del debate. Jorge Rodríguez esgrimió que durante 2008, a través de medidas de la Estrategia de Empleo del Gobierno autónomo, "se consiguieron crear 15.316 puestos de trabajo directos, y la previsión, con políticas activas del Servicio Canario de Empleo (SCE), es pasar a 18.000 empleos este ejercicio".

De todas formas, reclamó que el Estado reordene el marco laboral para que el Ejecutivo autónomo pueda invertir "hasta 60 millones de euros en evitar que se destruyan 35.000 empleos en las Islas durante 2009", para lo que también pidió "un esfuerzo" a las empresas y los trabajadores. Cambiar horas extras por nuevos contratos es una de las medidas que se pueden poner en marcha, y el Gobierno pretende discutir otras en el marco del diálogo social.

El consejero también puso sobre la mesa otras políticas de tipo coyuntural, como "la compra de 1.000 pisos que no se iban a terminar de construir para que se finalizaran y se convirtieran en viviendas de protección oficial, y la adquisición de suelo público para aumentar el ritmo de construcción de más pisos, ya que esta actividad es la que más empleo genera, mucho más que la obra pública. Si se suma esta reactivación de la vivienda pública con los 18.000 puestos de trabajo citados anteriormente estamos hablando de 24.000 nuevos empleos, que, aunque son pocos para la crisis que hay, ayudan". A pesar de ello reconoció que "desgraciadamente, el paro seguirá creciendo este año".

El titular de la patronal agrícola y ganadera puso como ejemplo "el desfile de un montón de gente por nuestras fincas y empaquetadoras en busca de trabajo" para ilustrar el incremento del desempleo en el Archipiélago, que ahora centra las miradas en un sector que había sido denostado en favor de, sobre todo, la construcción.

Apoyo a las empresas

"Tenemos un gran problema con esas personas porque necesitamos que su incorporación al sector implique su conversión en agricultores profesionales. Le hemos hecho saber al SCE que la formación es básica por las exigencias que tenemos hoy en cualquier cadena de distribución en relación con la seguridad alimentaria o la aplicación de fitosanitarios. Necesitan que la gente esté preparada", advirtió el presidente de Asaga.

Sicilia agregó su temor a que la recuperación de tierras de cultivo abandonadas convierta en "intrusos" a sus propietarios, a los que pidió que utilicen "los cauces de comercialización ya establecidos: organizaciones de productores, cooperativas, etc., para que esto no sea un sálvese quien pueda. La clave de que el sector sea rentable es la comercialización, ahí es donde está el dinero".

Ya en términos generales, indicó que las medidas destinadas a mantener el empleo "deben ser diferentes, pequeñas y muchas, y principalmente destinadas a incentivar al empresario a que conserve sus puestos de trabajo, porque su creación creo que ahora mismo no toca, está muy complicada".

En esa línea, el representante de la Cámara de Comercio recordó que "los generadores de empleo son las empresas, y, por tanto, hay que incidir en ellas para crear las condiciones adecuadas para frenar la destrucción de empleo".

Además, puso de relieve que se deben activar "políticas de formación y cualificación para que se puedan incorporar al mercado de trabajo las personas que están ahora en desempleo".

Dorta consideró positivos los esfuerzos del Ejecutivo canario por desbloquear y reactivar la obra pública, ya que su comienzo es fundamental. "Las infraestructuras son otro elemento básico de competitividad de una región", dijo.

En el debe de la Administración autonómica colocó "la falta de una política específica para el comercio, que lucha contra la desconfianza de los consumidores y la caída del turismo", aunque reconoció que el sector está "muy atomizado" y debe asociarse más en pro de su competitividad.