El envejecimiento de la población, la desaparición de la agricultura tradicional y el atraso económico de algunos enclaves insulares "son indicadores que confirman que la idea de un mundo agrario, de un modo de vida y de una función tradicional de la agricultura están en entredicho" en el Archipiélago, señaló el profesor titular de Geografía Humana del Departamento de Geografía de la Universidad de La Laguna, José León García, en una conferencia impartida esta semana en la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Tenerife.

Para García, la "modernización" de la agricultura, el éxodo rural y el intenso proceso de urbanización que han experimentado las Islas han producido "una diferenciación territorial en áreas deprimidas o estancadas, con graves problemas estructurales, un nivel de renta por debajo de la media europea, una fuerte regresión demográfica y un reemplazo generacional comprometido".

Además, apostó, ante la "enorme" pérdida de superficie agrícola de Canarias durante los últimos 50 años, por definir "qué tipo de espacio rural tenemos y, en consecuencia, definir las políticas para conseguirlo".

Espacio multifuncional

En esta línea, el presidente de la Asociación de Turismo Rural Isla Bonita, Carlos Fernández, indicó, durante el mismo seminario, que un modelo de ordenación territorial sostenible constituye un reto para el siglo XXI en las Islas, que deben "superar las limitaciones de unos territorios frágiles sometidos a presiones demográficas y residenciales, con el fin de garantizar calidad de vida para futuras generaciones rurales".

Asimismo, el gerente del grupo Leader-Aider Gran Canaria, José Armengol, insistió en la necesidad de reflexionar sobre el modelo agrario isleño, en el que se sufre "una merma considerable de la agricultura de exportación" y hay una regresión de la agricultura de medianías y el autoabastecimiento.

Abogó por propiciar una "multifuncionalidad" del espacio rural con ideas y propuestas "que vayan más allá de una política a corto plazo".