La canciller alemana, Angela Merkel, celebró hoy el acuerdo entre el fabricante de componentes austríaco-canadiense Magna y el grupo automovilístico General Motors (GM) para la adquisición de Opel y asegura que supone una oportunidad que la plantilla "se ha merecido".

"El acuerdo ofrece una perspectiva para el futuro de Opel y supone una oportunidad que se han merecido los trabajadores, sobre todo, habida cuenta de que no son responsables de una situación que se deriva de la mala gestión de General Motors en Estados Unidos", dijo Merkel.

La canciller aseguró que las negociaciones de las últimas semanas, que culminaron esta semana con dos sesiones nocturnas en la Cancillería, fueron arduas y han constituido una prueba para la relación transatlántica.

Merkel dijo que ayer habló por teléfono con el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, y que ambos acordaron poner todo de su parte para llevar a buen término las negociaciones.

También dejó claro que para ella no se planteaba la opción de una insolvencia de Opel, como hubiera preferido su ministro de Economía, Karl-Theodor zu Guttenberg, quien, incluso a posteriori afirmó haber apostado por esta solución habida cuenta de los altos riesgos que entraña la operación para el contribuyente.

"Yo he llegado a una apreciación distinta que el ministro y creo que podemos asumir los riesgos, pero hay que decir también que el papel de un ministro de Economía es poner el dedo en la llaga y advertir de los riesgos", dijo la canciller.

El dramatismo de las negociaciones entre General Motors, Magna, el Gobierno alemán y el estadounidense incluyó, según la prensa alemana, la amenaza de Guttenebrg de dimitir si no se imponía su opción.

Sin embargo, al término de la noche, el ministro compareció ante los medios asegurando que, pese a haber favorecido otra opción, entendía los buenos argumentos de sus colegas del gabinete y los apoyaba.

Merkel aseguró que en los últimos días ha habido un intenso contacto entre el gobierno alemán y los de los otros países con plantas de Opel, especialmente entre Guttenberg y los ministros de Industria del Reino Unido, Peter Mandelson, y de España, Miguel Sebastián.

El acuerdo alcanzado entre GM y Magna abre la vía a que el Estado y los "Länder" alemanes habiliten créditos por valor de 1.500 millones de euros que permitirán evitar que Opel sea arrastrado por la inminente suspensión de pagos de la casa matriz General Motors.