El Gobierno quiso dejar claro ayer que han sido los empresarios los que han impedido alcanzar un pacto social antes del verano. La vicepresidenta segunda y ministra de Economía y Hacienda, Elena Salgado, aseguró que "la actitud y los planteamientos de la CEOE han hecho imposible el pacto social", y afirmó que en estos momentos "no es necesaria" una reforma laboral. Las medidas que han propuesto los empresarios son contrarias al Pacto de Toledo, según dijo la ministra, que afirmó que España volverá a tener en 2012 el nivel de riqueza que en 2007, con un crecimiento del PIB del 2,7 por ciento, y que no se alcanzarán los cinco millones de parados.

En una entrevista concedida al diario Público, Salgado subrayó que la medida que propone la organización presidida por Gerardo Díaz Ferrán de rebajar cinco puntos las cotizaciones sociales "es un ataque frontal al Pacto de Toledo", por lo que aseguró tener una "sensación de cierta incomprensión" sobre la dinámica que ha llevado la CEOE en la negociación, "especialmente en las últimas semanas".

"La patronal debe darse cuenta de que los españoles tenemos un activo que se llama Pacto de Toledo, que protege nuestro sistema de pensiones", indicó Salgado, que señaló que la CEOE "no le da el mismo valor al diálogo social que le damos desde el Gobierno, y no parece darse cuenta de que son los trabajadores los que más están sufriendo esta situación de crisis".

Tras señalar que un acuerdo en el diálogo social "hubiera dado confianza al conjunto de la sociedad", anunció que al no haber pacto el Ejecutivo tomará las decisiones "que entienda que son las adecuadas para favorecer la recuperación económica y evitar la destrucción de empleo". "Y, por supuesto, las medidas necesarias para hacer frente a la situación de las personas que más sufren esta crisis, los trabajadores desempleados", indicó.

Salgado reconoció que el mayor gasto en protección social obligará al Gobierno a "mayores esfuerzos de austeridad en otros ámbitos", y en su opinión no es necesaria la reforma laboral, "al menos en tanto en cuanto esté asociada, como ocurre ahora, a determinadas propuestas de nuevos contratos y mayores facilidades de despido".

En cuanto a la situación actual de la actividad económica, la ministra afirmó que actualmente estamos en una fase de desaceleración de las tendencias negativas. "Seguimos cayendo y vamos a tener todavía unos trimestres de crecimiento económico negativo", reconoció Salgado, que anunció que a mediados de 2010 el país estará en tasas positivas de crecimiento del PIB y hacia 2012 España volverá "a tener los niveles de riqueza que había en 2007, con el PIB creciendo a ritmos del 2,7 por ciento".

Por su parte, el Partido Popular cree que la reacción del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, a la ruptura del diálogo social demuestra su "grado de desesperación" por el "fracaso de su política económica".

El portavoz adjunto en materia económica del grupo del PP en el Congreso, Álvaro Nadal, se refirió así a las acusaciones que el Gobierno ha lanzado a los populares, a los que considera artífices en gran medida de la posición de la CEOE en el diálogo social. Nadal reconoció su "sorpresa" por el modo con que ha reaccionado Zapatero.

"Es una reacción enrabietada sólo porque alguien -en alusión al presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán- ha criticado su política económica", afirmó el diputado del PP, para quien el cruce de declaraciones de las últimas fechas, especialmente las provenientes del Ejecutivo, resulta "preocupante", y más en un contexto de crisis económica como el actual.

Según ha asegurado Nadal, "no puede ser que el Gobierno crea que todo lo está haciendo bien". El portavoz adjunto de Economía del grupo popular recordó que unas semanas antes de que cenara Zapatero con los representantes sindicales y de la patronal en el Palacio de La Moncloa, la portavoz del PP en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría, tuvo diferentes reuniones con Cándido Méndez (UGT) e Ignacio Fernández Toxo (CCOO), así como con Díaz Ferrán. Por ello, recalcó Nadal, es "un disparate" considerar, como a su juicio hace el Gobiernode Zapatero, que el Partido Popular está detrás de la ruptura del diálogo social.