Que no se hagan muchas ilusiones los españoles que disfrutan en esta colonia explotándola económicamente o bien ocupando puestos de trabajo en las administraciones públicas, en centros educativos y medios de comunicación, entre otros sectores, pues Canarias será pronto un país libre, un Estado independiente con fronteras reconocidas internacionalmente, aunque los representantes del Estado español se opongan. A los canarios nos avala la legalidad internacional, y, por lo tanto, la razón, para constituirnos en una nación soberana, mientras que los españoles no podrán acogerse a ningún mecanismo legal para defender un territorio colonizado. De momento, cuentan con el débil argumento de que Canarias es una comunidad autónoma, una farsa en la que colaboran los medianeros y sirvientes que tienen en esta finca; falsos nacionalistas que han contribuido en la ruina de nuestra economía.

El abuso ha sido constante, principalmente desde los años sesenta del pasado siglo, pero éste tomó una fuerza descarada desde que nos vendieron a la UE con el consentimiento de los políticos canarios al servicio de la metrópoli. Todo ha resultado ser un engaño, un crimen, permitiendo la llegada de medio millón de foráneos añadidos a los cientos de miles que ya residían en esta colonia, la más antigua y rentable del mundo. Una invasión que comenzó cuando muchos canarios todavía emigraban a Venezuela y a países europeos.

La única salida que tenían muchos canarios cuando surgía una crisis era coger la maleta y emigrar. Ahora hay algunos jóvenes pensando en probar suerte en Europa ante la imposibilidad de encontrar trabajo en su tierra; jóvenes preparados académicamente: médicos, enfermeros, licenciados en Derecho, en Económicas y Empresariales, periodistas, administrativos y muchos miles de licenciados y diplomados formados para ejercer la docencia. Pero la mejor solución no es abandonar nuestra tierra; los que tienen que coger la maleta en este momento son todos los que están ocupando puestos de trabajo que pueden ser desempeñados por los canarios.

La mayoría de los españoles que ocupan puestos de trabajo en Canarias deben ser los primeros en coger la maleta, debido a que pertenecen a la nación que nos coloniza. Los otros inmigrantes que están de más, porque no hay trabajo para todos, los debe llevar el Gobierno de la metrópoli para España por haberles permitido la entrada. Respetamos los Derechos Humanos y no proponemos que se maltrate a ningún foráneo, pero exigimos que estos derechos también se apliquen en Canarias en beneficio de sus legítimos ciudadanos, pues la crisis mundial no debe ser excusa para reconocer que el principal problema de estas Islas es su condición colonial, y que no hay empleo para todos. Existe mucha pobreza, casi 300.000 parados y buena parte de los pequeños empresarios están en la ruina o con grandes dificultades económicas.

El Estado español debe ir preparando la retirada del Archipiélago canario y facilitar que sus ciudadanos residentes aquí no sufran ningún trauma cuando tengan que coger la maleta para volver a su tierra. Ya no se puede seguir especulando con el turismo ni con las urbanizaciones relacionadas con este sector, pues la crisis de Canarias nada tiene que ver con la global; es el resultado de una feroz explotación que ha llegado a su fin. Por consiguiente, hay que reestructurar la economía una vez que se concluya la descolonización. El Gobierno español tampoco debe hacerse ilusiones pensando que puede llegar a acuerdos concretos con Marruecos, o creando un Estado canario fantasma con la colaboración de lacayos isleños, para explotar el mar, especialmente su petróleo, el cual le corresponde a la futura República de Canarias.

Que cojan la maleta los españoles, que se vayan y nos dejen vivir en paz, que nos dejen administrar nuestros recursos económicos, que nos dejen poner remedio a la pobreza existente, que nos dejen solucionar los graves problemas sociales que se han generado, que se vayan y no sigan controlando o mintiéndole al pueblo canario desde las instituciones, centros educativos y medios de comunicación. Que cojan la maleta y nos dejen desarrollar nuestro modelo político, económico y sociocultural para acabar con la miseria y angustia de un alto porcentaje de la población, y también para no desaparecer como pueblo. Por lo tanto, los canarios no debemos coger más la maleta, sino participar en el proceso de soberanía y progreso de nuestra nación.

* Presidente del Movimiento

Patriótico Canario