El Juzgado de Instrucción Número 2 de Los Llanos de Aridane ha trasladado a las partes implicadas en el proceso judicial de Los Tarajales el contenido de la declaración realizada por la acusación particular de Juana Teresa Morales. En la misma, la denunciante narra la supuesta ilegalidad cometida en varios niveles de la Administración y un trato vejatorio hacia su persona durante el trámite de expedientes relacionados con el suelo.

Un maltrato que se materializó en una poesía con ofensas escritas por un técnico de Costas y dedicada a la "señora notaria" en el momento en el que comenzó a reclamar el esclarecimiento de lo que sucedía con el suelo de Los Tarajales, en octubre de 1997.

La prueba escrita del maltrato administrativo al que, a su juicio, se la sometió fue encontrada en la Demarcación de Costas de Tenerife, dentro de un archivador de informes técnicos de Los Tarajales (según acta notarial de 1 y 2 de octubre de 1997). La misma fue suscrita por un técnico del departamento al que se le abrió un expediente disciplinario posteriormente. En la poesía, el técnico se mofa de la reclamación ejecutada por la denunciante, de su condición física y de su relación sentimental con el notario (véase imagen escaneada).

La denunciante narra que entró en cólera cuando la vio y pese a los intentos de uno de los jefes del departamento y del equipo de Seguridad para evitar que se hiciera con la poesía, primero la leyó en voz alta para que quedara constancia entre los trabajadores de Costas y luego consiguió que se levantara un acta notarial de su existencia, así como de la presencia de varios informes en el archivador (entre ellos algunos contradictorios de técnicos y juristas de Urbanismo sobre Los Tarajales), porque "temía por la desaparición de los archivos".

Campaña de acoso

La presión ejercida por Juana Teresa Morales motivó, asegura, que en noviembre de 1997 el alcalde, Ángel Pablo Rodríguez, presentara una queja en el colegio notarial contra su esposo, notario entonces de Los Llanos de Aridane, acusado de actuar contra el desarrollo del pueblo bagañete y de tener patrimonio especulativo fruto de información reservada, pidiendo que se le trasladase de Canarias.

Por ello, Juana Teresa Morales acusa al alcalde de Tazacorte, a su grupo político y a varios técnicos de "acoso, amenazas, insultos y vejaciones". Se refiere a una "persecución" orquestada contra su persona y contra su marido, "que se agudizó en el momento en el que recurrió el planeamiento de las Normas Subsidiarias que se aprobó en 1999", que declaró el suelo como urbano Los Tarajales.

En la declaración asegura que "en enero de 1999 un primo del alcalde, que era Juez de Paz, acudió a la notaría a trasmitirle a su marido que el alcalde iba a destruirlo. A partir de entonces, todo fueron ataques". El Gobierno de Canarias y el Colegio de Notarios abrieron un expediente disciplinario a su esposo, por una queja que firmó el alcalde, Marcos Barreto (asesor e intermediario en venta de terrenos Los Tarajales en favor de Diursa), y otras dos personas.

El 26 de enero de 1999, tras un compendio de "informes dudosos y contradictorios", la Consejería de Política Territorial anunció en los medios de comunicación que se suspendían las NNSS "por una denuncia de la esposa del notario". Luego en marzo de 1999 la entonces Cumac adopta un acuerdo a favor del suelo urbano de Los Tarajales, según ella, con lo que consiguieron expedientar a su esposo y acusar a la declarante de injurias a los organismos públicos.

La poesía que se incluyó en el sumario

Es actitud temeraria/y altamente peligrosa

no decir alguna cosa/a la señora notaria

Contéstele lo que sea/ cualquier dato, cualquier fecha

no quedará satisfecha/aunque lea lo que lea

Siempre querrá una ampliación/contestes como contestes,

lo que quieres es que le prestes/la más completa atención

En los fines de semana/me parece que el marido

no le da lo que es debido/quizá por falta de gana

Y por eso la mujer,/es el rayo que no cesa;

cambiando cama por mesa/escribe en vez de..."