Las principales bolsas europeas subieron esta semana alrededor del 3 por ciento impulsadas por la recuperación de la economía del Viejo Continente.

De esta manera, entre las principales plazas europeas, que se situaban en la zona de máximos anuales, Fráncfort ganó el 3,62 por ciento; Milán, el 3,26 por ciento; Londres, el 2,99 por ciento; París, el 2,66 por ciento, y Madrid, el 2,47 por ciento.

Aunque este período empezaba con noticias contrarias, como el descenso cercano a cinco puntos de la confianza inversora en Alemania -índice ZEW- en noviembre o el aumento en cerca de 13.000 personas del paro en el Reino Unido en octubre, las bolsas europeas supieron reponerse.

Para ello contaron con el apoyo dado por Wall Street, que esta semana se situaba en máximos anuales y ascendía hasta 10.300 puntos, o con la colaboración del G-20, que el fin de semana pasado indicaba que seguirá estimulando la economía mundial para salir de la recesión.

En estos días también se conoció el aumento de la producción industrial alemana, el 2,7 por ciento , y en la zona euro, el 0,3 por ciento, en septiembre, noticias que alentaban el avance bursátil.

Además, la salida de la recesión de la principal economía europea, Alemania, cuyo PIB crecía el 0,7 por ciento en el tercer trimestre, estimulaba el repunte de los mercados. Al mismo tiempo, la producción francesa aumentó en ese período el 0,3 por ciento y en la zona euro el crecimiento se situaba en el 0,4 por ciento. En España se moderaba la recesión y la actividad caía sólo el 0,3 por ciento.

Las bolsas contaron también con el sustento del Banco Central Europeo, que en su último informe mensual hablaba de la recuperación "gradual" de la economía europea el próximo año y del repunte de precios, aspecto que hacía señalar a uno de sus consejeros que podría acarrear una subida de los tipos de interés, aunque España estuviera en recesión.

La autoridad monetaria se explayaba con gusto sobre las expectativas de recuperación de la economía europea pero indicaba que seguían existiendo riesgos para esta mejoría, algunos relacionados con el mercado laboral y con las relaciones entre el sistema financiero y la economía real.

Otras referencias con las que contaron las plazas europeas esta semana las encontramos en Asia, como el crecimiento superior al 16 por ciento de la producción industrial en China.

Estos días también hubo movimientos en los mercados de divisas y materias primas. La cotización del euro siguió alta y rondó el nivel de 1,5 dólares, mientras que el precio de la onza de oro registraba máximos históricos y se situaba por encima de 1.115 dólares.

A pesar de las expectativas de recuperación de la economía mundial y de la revisión al alza de las previsiones de consumo de petróleo por parte de la Agencia Internacional de la Energía, el petróleo Brent moderaba su cotización y acababa la semana en 75,5 dólares.