El Norte de Tenerife sufrió ayer la peor riada en los últimos 41 años. Un temporal de cumbre similar al registrado a finales de noviembre de 1968 se desató poco antes de las 16:00 horas de la tarde, con lluvias torrenciales, aparato eléctrico y algunas rachas de viento, sembrando el caos y el pánico entre los habitantes más próximos a los cauces de los barrancos, que se vieron desbordados en varios municipios del Norte, especialmente el Puerto de la Cruz, La Orotava y Los Realejos. Las lluvias y los posteriores desprendimientos causaron el corte de varias vías básicas para las comunicaciones del Norte de la Isla, como la TF-5, a la altura de San Juan de la Rambla y el parque de bomberos de La Orotava, que registró atascos interminables durante toda la tarde.

Los profesionales del Consorcio de Bomberos de Tenerife y de otros servicios de seguridad y emergencias se vieron absolutamente desbordados ante la demanda de servicios por parte de centenares de ciudadanos. Fuentes de la entidad afirmaron que ni con el triple de recursos humanos hubiesen podido atender con rapidez los casos de emergencias que se les presentaron.

El jefe comarcal de los bomberos, Ibrahim Ben Mohamed, comentó poco antes de las 20:00 horas que alrededor de 120 funcionarios trabajaban en ese momento en la zona comprendida entre La Orotava, Los Realejos y Puerto de la Cruz, según informa Pedro Fumero. Entre esos efectivos había refuerzos llegados desde los parques de Santa Cruz de Tenerife, La Laguna, Icod de los Vinos e, incluso, del Sur de la Isla.

Los profesionales del Consorcio que partieron desde San Miguel de Abona utilizaron las carreteras de Vilaflor, el Parque Nacional del Teide y el Camino de Chasna para llegar hasta el Valle de La Orotava.

Momentos dramáticos se vivieron en las zonas altas de Los Realejos y La Orotava, debido al miedo sufrido por numerosos vecinos ante la fuerza del agua.

Varios barrancos se desbordaron y el agua se llevó la tierra de las áreas colindantes. De hecho, los desprendimientos, con piedras y barro, provocaron el cierre de diversas carreteras, como las de acceso a Palo Blanco, Benijos o Aguamansa.

Hasta la autopista del Norte (TF-5) fue cortada a la altura del parque de los bomberos de La Orotava, debido a la gran cantidad de agua acumulada en los carriles en sentido a Santa Cruz, por las escorrentías llegadas desde El Ramal.

Uno de los mayores problemas sufridos por los servicios de emergencias fue que no podían llegar hasta los enclaves donde existían problemas, debido a los colapsos y retenciones registrados en diversas vías de comunicación claves.

Algunas pistas y zonas del Valle resultaban intransitables hasta para los vehículos todoterreno. En la zona de Benijos, varios niños fueron evacuados del colegio del barrio. En los alrededores de los barrancos de La Raya, El Cerrudo y La Playita se vivieron momentos de tensión debido a la fuerza de las escorrentías y la cercanía de las viviendas.

A un cabrero tuvieron que rescatarlo del barranco de Godínez, así como a niños en el interior de una vivienda de La Zamora, en el municipio de Los Realejos.

El centro comercial Martiánez fue evacuado por precaución. La caída de piedras desde la ladera hasta la parte trasera del citado complejo comercial también generó preocupación entre ciudadanos y turistas. La carretera del Este, que da acceso a la ciudad por Martiánez, también debió ser cortada ante los desprendimientos. En la vía del Botánico, las numerosas piedras y el barro arrastrado por el agua dificultaban el tráfico.

Fuentes de Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (Aena) informaron de que en el aeropuerto Tenerife Norte-Los Rodeos hubo algunos retrasos durante la tarde de ayer, pero la operatividad se desarrolló con normalidad y no hubo cancelaciones de vuelos. Las tripulaciones de algunos aviones se encontraron con problemas mientras volaban por fenómenos meteorológicos adversos.

El nivel de precipitaciones en la comarca del Valle de La Orotava osciló entre 50 y 100 litros por metro cuadrado. Las fuertes lluvias provocaron el corte de tres carreteras (TF-5, TF-324 y TF-26), calles y alcantarillas desbordadas y vehículos arrastrados por las corrientes de agua, según informó a Europa Press el Centro Coordinador de Emergencias y Seguridad (Cecoes).

Las numerosas llamadas que se recibieron en la sala del 112 fueron principalmente para realizar asistencias de achique de agua en diferentes vías y alcantarillas. Los municipios más afectados fueron Los Realejos, Puerto de La Cruz y La Orotava.

El coordinador general de Movilidad y Seguridad del Cabildo de Tenerife, Manuel Ortega, reconoció ayer en declaraciones a El Día Televisión que la administración insular no se reunió para analizar la situación de emergencia con motivo de las lluvias "hasta las 19:00 horas", más de tres horas después de que se iniciara el temporal en el Norte. La Unidad Militar de Emergencias también fue activada en la tarde-noche de ayer para colaborar en la ingente tarea que dejó pendiente la lluvia.