Diversos vecinos de la zona de La Esperanza, en El Rosario, se han llevado la desagradable sorpresa en las últimas semanas de ver incrementada hasta en un 200% la factura del tercer bimestre de 2009 bimestral que debían abonar por el servicio municipal de agua. Los afectados no entienden este aumento, que consideran totalmente desproporcionado, mientras que el gobierno local (PSC) subraya que no ha aplicado ninguna subida tarifaria desde hace seis años y explica la situación por el proceso de renovación de contadores emprendido desde hace tiempo, dado que algunos datan de los años 50 del siglo XX y lo que marcan y se cobra no se corresponde con lo consumido. La situación se abordó en el último pleno local, donde un vecino esgrimió una de las facturas con esa subida en réplica a la negación del caso por parte del equipo de gobierno.

El Departamento Municipal de Aguas subraya que El Rosario "es de las pocas localidades que no tienen privatizado este servicio". Lo que ocurre, según su versión, "es que se están actualizando los contadores en la zona alta de La Esperanza, pues se ha comprobado que se encuentran obsoletos, con lo que hay familias que llevan media vida pagando el mínimo establecido".

Según sus cifras, en 2008 se actualizaron unos 400 contadores, "por lo que quedan otros 350 en la zona alta. Esta campaña se ha puesto en marcha, pues se ha comprobado que la lectura de los citados contadores no correspondía con el consumo real".

En claro contraste se pronuncia el principal grupo opositor (IR-Verdes). Su portavoz, Escolástico Gil, da la razón a los vecinos críticos y considera que las cantidad cobradas son "anormalmente elevadas". El edil censura que el PSC no haya dado explicaciones hasta ahora sobre estos hechos y resalta que, en la mayoría de casaos, se trata de familias con una única vivienda. A su juicio, lo ocurrido es muy extraño "porque a estos vecinos nunca se les ha comunicado avería alguna en su contador. Al presentar una reclamación por los recibos, se les dice que cambien el contador y que lo lleven a Industria, de manera que todavía se encarece en 50 euros mas el gasto, aún sin haber comprobado si efectivamente está inservible".

Gil censura también que el PSC no aclare que el precio del agua municipal "lo fijó el propio gobierno en contra del criterio del grupo de trabajo de la Comisión Territorial de Precios. Así está publicado por la Consejería de Industria en el BOC de 23 de julio de 2004. La Comisión acordó reducir parcialmente las tarifas solicitadas (había un superávit del 7,3% sobre los costes previstos). Esa reducción se aprueba y se le comunica al ayuntamiento. Sin embargo, en vez de aplicarla, mantuvieron el precio diciendo que no se les comunicó en un plazo de tres meses, por lo que alegaron silencio administrativo".

Venta de agua

Gil sostiene que el PSC afirmó entonces que no admitió la subida "porque el consistorio no es solamente un gestor de agua, como los demás, sino un proveedor, ya que es el único municipio que puede dar abasto con aguas propias, gracias a los pozos de La Cañada y El Guanchito". El gobierno niega esta venta de agua a Santa Cruz, si bien señala que, "de forma puntual se colabora con el Ayuntamiento capitalino poniendo a su disposición las instalaciones para que eleve su propia agua desde el Canal de Araya al Canal Río Portezuelo, tratándose de una colaboración técnica en materia de instalaciones que no tiene nada que ver con la venta de agua".