"De diez de la noche a ocho de la mañana, la vida no vale nada para los políticos canarios". Estas palabras resumen la indignación y el dolor de Óscar Mendoza, un gomero cuyo padre falleció la noche del pasado 17 de diciembre a las puertas del centro de salud de Hermigua después de esperar más de veinte minutos la llegada de los profesionales sanitarios.

El padre de Óscar, de 73 años de edad, residía en el vecino municipio de Agulo. Los alrededor de 3.300 vecinos de ambas localidades comparten centro de salud, ubicado en Hermigua. De lunes a viernes y en horario nocturno, estas instalaciones no disponen de guardias presenciales, sino "localizadas"; es decir, Sanidad contacta telefónicamente con el médico, que acude al centro. Este sistema -que el hijo del fallecido atribuye a la falta de inversión en la sanidad pública- es, a su juicio, "la auténtica clave del problema".

La noche de los hechos, el padre de Óscar Mendoza fue trasladado a Hermigua por una de sus hijas. "Durante el trayecto iba bien. Le decía a mi hermana que tuviera cuidado con las piedras de la carretera. Llegaron al centro de salud. Mi hermana ya había llamado al 112. Estaba cerrado. Tocaron, mientras mi padre estaba en el coche. Gritaron. Mi hermana volvió a llamar al 112, donde le decían que insistiera, que había alguien y ya se había activado la alerta para el médico", relata.

Pasados "como mínimo veinte minutos", el vecino falleció. El doctor llegó unos siete minutos después, señala Óscar Mendoza, pese a que en el parte de defunción consta que murió durante el trayecto, algo "totalmente falso", dice.

"No quiero dinero ni venganza. Sólo quiero que la gente sepa lo que ocurre en el norte de La Gomera". Para Mendoza, los auténticos responsables de lo sucedido son los políticos. "No tengo nada contra el médico, no le culpo de nada, culpo a los responsables políticos, porque mi padre pagó con su vida su incompetencia".

El modelo "infradotado" de sanidad pública que impera en Canarias está, según el hijo del fallecido, en el origen de la muerte de su padre. "Los responsables son quienes no financian adecuadamente la sanidad pública y permiten que personas humildes, que no pueden pagarse un seguro privado, mueran solas", insiste.

Además de a los gestores de la Consejería de Sanidad y el Gobierno regional, Óscar Mendoza también achaca parte de la responsabilidad a los alcaldes del norte de la Isla, a quienes cree que les ha faltado iniciativa política para reclamar un servicio sanitario en condiciones.

"No pido mucho, sólo un médico para dos pueblos y que mi padre sea el último en morir por falta de inversión", concluye Óscar.