Las cajas de ahorros cerrarán unas 5.000 oficinas en España, la quinta parte de la red comercial, en un plazo de tres a cuatro años, por la reestructuración financiera y la proliferación de nuevos canales de distribución a raíz de la modernización, según cálculos de Analistas Financieros Internacionales (AFI). "En España hay un exceso de capacidad instalada que se ha acumulado en los últimos años en todo el sistema financiero al calor de la espectacular fase de expansión de la actividad crediticia durante más de una década", declaró el director general de la firma, Daniel Manzano.

La menor actividad crediticia y la cada vez mayor comercialización de productos a través de canales alternativos, como internet, dejan patente la necesidad de adelgazar la red y respaldan las recomendaciones realizadas en numerosas ocasiones por el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez.

Esta sobrecapacidad es más patente en las cajas de ahorros que en los bancos, ya que estas abrieron entre 2004 y 2008 más de 3.500 sucursales, lo que supone un crecimiento del 16,3%. La red de los bancos engordó en 1.413 oficinas, un 10%.

De este exceso podría desprenderse un exceso de plantilla, ya que el número de trabajadores también ha crecido en 30.000 personas en cuatro años en todo el sector financiero, de los que 18.530 corresponden a las cajas y 7.500 a bancos.

El adelgazamiento de la red ya ha comenzado. Cajas y bancos cerraron 1.345 oficinas en septiembre de 2009 en tasa interanual, hasta establecer el total en 44.362, lo que supone retroceder al número de sucursales existentes hace dos años.