El Tenerife es un equipo voluntarioso, comprometido, con cierto criterio y buenas intenciones a la hora de jugar al fútbol. Pero el paso al 2010 no mejora su falta de contundencia en las dos áreas, tanto en el aspecto defensivo como en el ataque. Quizá por este análisis tan repetido a lo largo de los ocho partidos disputados fuera de casa (siete derrotas y un empate, cinco goles a favor y 22 en contra), la conveniencia de fichar es ya una necesidad. No es que estos jugadores no sirvan, no es que no puedan ser importantes, es que necesitan ayuda. Y ese auxilio sólo puede llegar en forma de refuerzos de calidad.

Esa solución no garantiza nada, pero debe aumentar las posibilidades de permanencia que ahora existen. Lo que se hizo mal en verano (o directamente no se hizo), hay que corregirlo en enero. Igual que cuando suspendes en junio y acudes a septiembre. La pelota está en el tejado del presidente Miguel Concepción y de Santiago Llorente. De lo contrario, estaremos condenados a ver muchas veces la misma película: partido fuera y derrota. Ayer en Santander, en un choque atascado, el Racing tiró de banquillo para resolver. Los blanquiazules, de fe y trabajo... sin éxito.

Mala primera parte

Oltra prefirió repetir once con la excepción del lesionado Manolo Martínez. Eligió para suplirle a Ezequiel Luna. Mientras, Portugal despejó sus dudas con Canales en la mediapunta y Tchité como el delantero elegido entre los tres "nueves" de los que dispone. Los primeros 45 minutos debieron provocar más de un bostezo, si no una siesta, entre los espectadores neutrales del encuentro de ayer. El único entretenimiento se centró en observar las limitaciones, los miedos y las necesidades de uno y otro equipo, que ofrecieron una demostración de impotencia. Los dos se fueron a la guerra, en pleno siglo XXI, con palos y piedras. Las armas de destrucción masiva quedan para los grandes, pero la artillería tampoco se dejó ver sobre el césped de El Sardinero.

Los locales abusaron de la conducción de balón o del pelotazo y sólo tiraron una vez a portería (por fuera) con Colsa como protagonista (7''). A esta maniobra respondió el bando insular con Alfaro ensayando el tiro desde la frontal del área y poniendo a prueba al discutido Coltorti (15''). Nada más que reseñar, salvo las continuas pérdidas, las interrupciones del quisquilloso Álvarez Izquierdo y los pitos de la afición racinguista cuando los jugadores emprendían el camino hacia el túnel de vestuarios.

Centrándonos en las dificultades visitantes, Ricardo estuvo casi siempre bien tapado y Mikel Alonso estuvo, igual que Alejandro Alfaro, tan voluntarioso como desacertado en las decisiones y entregas ejecutadas. Vamos, que los que pagaron religiosamente para ver a través del PPV el encuentro habrán considerado dinero perdido la inversión hasta la segunda parte. En ella se mantuvieron las buenas intenciones, pero con el paso de los minutos llegaron las ocasiones de gol. Las primeras fueron mérito del cuadro insular.

Un error de Coltorti dejó en bandeja el balón a Dani Kome dentro del área, pero sus dificultades para maniobrar con el balón le impidieron encontrar la portería (48''). Luego, una internada de Juanlu por la derecha acabó con un centro al que no llegó Mikel Alonso por poco (53''). El tolosarra, que no termina de aportar lo que de él se espera, ensayó más tarde el disparo (64''), obligando a Coltorti a esforzarse para despejar a córner. Ante este panorama, los técnicos movieron ficha desde el banquillo. Portugal fue dando entrada poco a poco a todo su arsenal ofensivo de reserva (Xisco, Arana y Geijo), mientras que Oltra vio opciones de estrenar el casillero de triunfos a domicilio y eligió a Ángel.

Los acercamientos tinerfeños siguieron produciéndose. Alfaro cabeceó alto una falta lateral sacada por Juanlu (65'') y luego centró desde la izquierda hacia Nino, que no pudo ajustar su remate (67''). El Racing no había tirado ni una sola vez a portería en toda la segunda parte, pero la primera iba a ser gol. Fue un desajuste causado por Geijo, que descargó a una banda para Arana. Su centro pasado llegó a Munitis, que pasó atrás para Colsa. Libre de marca por detrás del punto de penalty, el mediocentro local fusiló a placer (71'').

Llegaba la tranquilidad a las gradas de El Sardinero, desde donde un minuto antes se había pitado el cambio de Portugal y la preocupación era palpable. El mazazo no mermó por sí solo la resistencia blanquiazul, que sí acabó por desintegrarse tan solo cuatro minutos después. Dos malas decisiones de sus defensas permitieron a Xisco aumentar la renta (75'') y casi sentenciar el choque. En cuatro minutos, dos goles encajados... y otra derrota casi consumada.

Impotencia visitante

Los últimos 15 minutos fueron un ejemplo de impotencia. Los blanquiazules se sabían derrotados, aunque aún remaron unos minutos contracorriente. Oltra dio entrada a Dinei primero y Román Martínez después, pero esperar soluciones de ellos en una situación tan complicada hubiera sido realmente injusto. El delantero brasileño marcó, aunque en fuera de juego (80'') y ganó un buen balón en la frontal del área, que acabó en un remate forzado de Alejandro Alfaro (83'').

Fue el último intento de un Tenerife que se consumió a medida que se aproximaba el final del encuentro, quizá pensando en que hasta ahora se ha aferrado al Heliodoro y que las dos próximas visitas a la Isla serán de los dos mejores visitantes de la Liga (Barcelona y Valencia). El resultado permite al Racing adelantar a su rival en la clasificación, al tiempo que le acerca a los puestos de descenso a Segunda. Estar fuera de ellos ha sido hasta ahora el argumento para la esperanza. Que dure.