El transporte aéreo recobró ayer la normalidad en Canarias, una vez subsanado el fallo en el suministro eléctrico que el Centro de Control Aéreo del Archipiélago sufrió el domingo y que afectó a la operatividad de sus aeropuertos y causó retrasos hasta la medianoche. No obstante, el mal tiempo provocó demoras de casi 60 minutos, sobre todo en Tenerife.

Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (Aena) indicó que ha abierto una investigación y que, desde la prudencia, no descarta reclamar responsabilidades por el corte de electricidad del domingo.

Los aeropuertos canarios tenían programados ese día 939 vuelos, de los que una tercera parte se vio afectada por los retrasos ocasionados por la avería eléctrica del Centro de Control Aéreo.

El fallo se produjo a las 10:30 horas del domingo y 22 minutos después fue solventado, aunque durante ese intervalo de tiempo no pudieron salir 43 vuelos que tenían previsto despegar desde los aeropuertos del Archipiélago.

Aena explicó que en el aeropuerto de Tenerife Sur se registraron hasta cuatro horas de retraso en vuelos internacionales, mientras que en Tenerife Norte los más afectados fueron los nacionales; los interinsulares arrastraron retrasos no superiores a los veinte minutos. En esta última instalación, además, se produjeron dos cancelaciones.

Blanco recibirá a Rivero

La consejera autonómica de Turismo, Rita Martín, lamentó ayer los problemas registrados el domingo, que dieron a los visitantes extranjeros una imagen "tercermundista" que Canarias "no se puede permitir en este momento de crisis del sector".

Asimismo, fuentes del Gobierno informaron de que el presidente canario, Paulino Rivero, se reunirá el próximo jueves en Madrid con el ministro de Fomento, José Blanco, para tratar la situación registrada en las últimas semanas en los aeropuertos canarios.

Rivero planteará a Blanco los efectos que para el Archipiélago han tenido los retrasos y cancelaciones en los vuelos como consecuencia del conflicto laboral con los controladores aéreos.

Ayer, los aeropuertos de Tenerife y Tenerife Sur registraron ochenta vuelos con retrasos, 34 de llegada y 46 de salida, con una espera media superior a los 60 minutos, debido a las condiciones meteorológicas y las restricciones del tráfico aéreo.