Dos futbolistas del Tenerife pueden presumir de haber contribuido en sendos triunfos ante el Barcelona de Pep Guardiola. No lo consiguieron en la campaña en curso, sino en la anterior, cada uno en un equipo distinto y sin la menor idea de que unos meses más tarde iban a coincidir en el club blanquiazul.

Se trata de Carlos Bellvís y Román Martínez. Ambos participaron en dos de las cinco derrotas que encajó el conjunto catalán en la Liga 2008/2009, con resultados favorables para el Espanyol y el Numancia, respectivamente. Su experiencia sirve de ejemplo para pensar que sorprender al campeón de todo en 2009 no es imposible.

El primero de los dos en ser partícipe en una victoria tan meritoria fue Bellvís, justo en la jornada inaugural de la campaña pasada. El 31 de agosto de 2008, un Numancia procedente de Segunda A recibió a un Barcelona que estrenaba el proyecto que sigue liderando Guardiola. El estadio Los Pajaritos acogió con expectación a un Barcelona de lujo, con un "once" formado por Víctor Valdés, Márquez, Puyol, Alves, Abidal, Xavi, Iniesta, Yaya Toure, Eto''o, Leo Messi y Henry. En los locales, entrenados por el actual técnico de la UD Las Palmas, Sergio Kresic, se encontraban el ex tinerfeñista Juan Pablo Colinas, ahora en el Sporting, y Bellvís, entre otros.

Ante todo pronóstico, el local Mario marcó en el minuto 12 el que acabaría siendo el único gol de un partido que abrió de manera inesperada el campeonato de Liga.

Bellvís recuerda que la consigna de Kresic fue muy clara: "Nos dijo que estuviéramos muy juntos y que nos ayudáramos mucho, porque sabía que el Barcelona iba a tener el balón casi todo el tiempo y trataría de sacarnos de nuestro sitio, y también nos animó a salir a la contra. No en vano, empezamos bastante bien y nos adelantamos pronto. A partir de ahí nos supimos cerrar atrás. Ellos tiraron 28 veces y no pudieron batirnos".

Bellvís sospecha que esa enseñanza no tiene por qué servirle con vistas al nuevo enfrentamiento que le espera con el Barcelona, ya que "cada partido es un mundo", de manera que aboga por "salir como hasta ahora en casa, y luego Dios dirá. Pero no hay que tenerles miedo, sino jugarles de tú a tú".

El lateral izquierdo valenciano sostiene que la escuadra culé podría no encontrarse "al cien por cien", y se basa en los dos últimos resultados (empate con el Villarreal y derrota ante el Sevilla) para verter tal afirmación. "Esperamos que se dejen los puntos, porque nos hacen mucha falta y para dar una gran alegría a la afición".

Cinco meses después de la comparecencia en Los Pajaritos de feliz recuerdo para Bellvís, el Barça sufrió su segundo gran tropiezo de la Liga. Si bien en Soria pudo acusar falta de rodaje, cuando se midió al vecino RCD Espanyol en el Nou Camp, el 21 de febrero de 2009, había alcanzado un rendimiento más que óptimo y le sacaba diez puntos al segundo clasificado, el Real Madrid. Sin embargo, tal y como explica uno de los protagonistas del club periquito, Román Martínez, "un derby es distinto a cualquier otro partido, porque se compite con más concentración y tienes alicientes extra". De hecho, todo eso propició que se igualaran las fuerzas entre el líder y el colista, a los que les separaban 42 puntos.

El centrocampista argentino no fue titular aquella tarde, aunque intervino casi una hora, ya que fue elegido por el técnico Pochettino para sustituir al lesionado Ángel diez minutos antes del final del primer tiempo. En ese instante, el clásico barcelonés seguía sin goles, igualdad que rompió Iván de la Peña tras el descanso para poner al Espanyol con 0-2. El Barcelona, desconcertado, sólo pudo recortar diferencias por medio de Toure.

Para Martínez, ese triunfo forma parte de sus mejores recuerdos de su primera temporada en España. "Haber vencido en el Nou Camp fue algo muy lindo, pero en lo personal creo que fue mejor ganarle al Valencia en Montjuic, marcando yo el primer gol, porque venía de anotar ante el Sporting y el Betis", rememora el ex volante del Tigre.

¿Cuál fue el secreto para anular al potente Barcelona? Román explica que "no llegábamos bien a ese partido. Fue el derby más desigual de todos, porque ellos eran líderes y nosotros, últimos. Pero sabíamos que dentro del campo jugaríamos once contra once, así que supimos limar las diferencias y dar la sorpresa. Para ello tuvimos que jugar concentrados y pensar que, más allá de su calidad, debíamos aportar todos un granito de arena y dar un plus".

Este antecedente anima al mediocentro del Tenerife a aseverar que "no es imposible" superar a un contrario tan potente. "Actualmente es el mejor equipo del mundo y esa es la realidad, pero nosotros, desde nuestro humilde lugar, también tenemos dos brazos, dos ojos y dos piernas, y en el fondo somos iguales", advierte el deportista argentino, que espera un partido "muy difícil" en el que "habrá que tratar de salir al campo a darlo todo desde el minuto cero, más allá de la trascendencia que tenga el Barcelona", porque "a estos jugadores no se les puede conceder el mínimo detalle". En definitiva, Martínez aconseja "estar muy centrados y no mandarse ninguna macana (pifia) para que no nos puedan sacar del partido y conservar intactas hasta el final las opciones de sumar los tres puntos".