La escasa competetividad que tiene el tomate canario ha quedado patente en el balance de exportaciones de la Cooperativa Nuestra Señora de Abona, en el municipio de Arico. En este sentido, dicho volumen se ha reducido en un plazo de ocho años en un 75 por ciento, situación que preocupa al sector.

"Hace ocho años exportábamos 5 millones de kilos y ahora sólo llega a 1,2 millones", manifestó Juan Pedro González Luis, presidente del complejo agrícola ariquero, en el transcurso de la visita que ayer realizó la consejera de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación del Gobierno canario, Pilar Merino, al municipio sureño.

Indicó que en dicha caída tampoco se ha salvado el tomate ecológico, "puesto que hace cinco años se cultivaban 70 hectáreas, mientras que ahora sólo son 15".

Al respecto, González Luis comentó que la caída se debe por la "falta de competitividad" del tomate tradicional y ecológico, por lo que reclamó a la consejera autonómica "apoyo" para revitalizar este sector.

Expresó que para "poder competir hace falta un aumento de producción en unidad de superficie, ayudas de las administraciones y apoyo para renovar las estructuras productivas".

Elevados costes

En la actualidad el agricultor es consciente "que debe correr con todos los gastos", lo que ha provocado que un importante número de campesinos hayan abandonado el campo, aseveró el presidente de la Cooperativa Nuestra Señora de Abona.

González Luis puso de relieve, en este sentido, que "el coste de recogida sale unos 10 céntimos, mientras que en Marruecos sólo sale a uno. Además, se deben añadir otros factores que hacen que el tomate de fuera sea mucho más barato" que el que se produce en el Archipiélago.

Por su parte, la consejera de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación, Pilar Merino, destacó durante su visita el esfuerzo que están llevando a cabo los agricultores de Arico, animándoles a que continuasen en esta línea de trabajo de cara al futuro.

La titular autonómica visitó, de hecho, algunas explotaciones agrícolas vinculadas con el tomate ecológico y resaltó la "línea de modernización" que algunos campesinos estaban aplicando en sus fincas.

De este modo, comentó que un invernadero ecológico que cuente con "un nivel óptimo de desarrollo tecnológico" podría llegar a producir entre 24 y 27 kilos por metro cuadrado.

Merino comentó también la necesidad de incrementar la producción de tomate ecológico en el conjunto del Archipiélago porque "es un producto diferente y de calidad".

Mercados

Otra peculiaridad es que este cultivo podría llegar a tener "un importante peso tanto en el mercado local como en el exterior", aseveró la consejera de Agricultura.

Sin embargo, reconoció que el tomate ecológico actualmente tiene "una escasa demanda", por lo que consideró la necesidad de su potenciación.

"El tomate canario cuenta con una calidad diferenciada que no la tienen los de fuera", manifestó Pilar Merino, quien hizo hincapié en el apoyo del departamento que dirige para con el agro canario.