Se acaban de cumplir tres meses desde que llegó un cayuco a las costas canarias, concretamente, el 17 de septiembre del pasado año, día en el que alcanzó la isla de Gran Canaria una embarcación con 90 africanos, de los que diez eran menores de edad.

Después de este cayuco también han llegado cuatro pateras a las islas, tres a Lanzarote y una a La Graciosa, pero se trata de expediciones que llevaban a bordo inmigrantes de origen magrebí y que habían partido desde Marruecos.

Según fuentes que analizan el fenómeno de la inmigración en las dos orillas, que han sido consultadas por este periódico, "todavía permanecen en África grupos de personas preparadas para salir en expediciones clandestinas, sobre todo en Senegal y en Tan Tan (Marruecos)".

Sin embargo, entre las razones que explican la disminución del número de cayucos que parten hacia Canarias señalaron que, en los países africanos más cercanos al Archipiélago se ha elevado un poco la tasa de empleo, lo que ha producido algo de bonanza.

Las mismas fuentes explicaron que, precisamente por la crisis mundial, muchos inmigrantes han vuelto a su lugar de origen y han sido ágiles en crear empleo y expectativas de trabajo.

En su opinión, "en África se observa que podría empezar una época de bonanza en los países que habían exportado población y, muchas de esas personas se han visto en la obligación de regresar.

Esta puede ser una de las razones por las que ha disminuido la llegada de cayucos a Canarias, a la que se suma que los que "venden" el negocio en África "ya no tienen el argumento de que en Europa se encuentra trabajo, porque la crisis ha dejado a muchos en el paro", señalaron.

En este sentido, es preciso recordar que la llegada de cayucos a Canarias en 2009 se ha situado en los niveles del año 1999, lo que supone una caída respecto a años anteriores.

En concreto, en 2009 han llegado al Archipiélago en este tipo de embarcaciones 2.242 personas (2.041 adultos y 201 menores).

Desde que se registrara la llegada de la primera patera a Fuerteventura, en 1994, arribaron a las costas canarias, según datos de la Delegación de Gobierno, un total de 96.116 personas. La cifra anual se mantuvo en torno al millar de personas, pero en 1999 subió hasta los 2.165 inmigrantes.

A partir del año 2000 son los subsaharianos los ocupantes mayoritarios de las expediciones clandestinas. En 2002 logran alcanzar las islas 9.929 personas.

Al año siguiente se produjo un ligero descenso, hasta los 9.555, y en el 2004 se contabilizaron 8.519 inmigrantes.

El 2005 fue considerado año de transición con 4.718. La mayor subida se registró en el 2006, ejercicio en el que llegaron 31.859 inmigrantes en cayucos. Este año se denominó el de "la crisis de los cayucos". Fue necesario abrir centros de retención de emergencia, como el de Las Raíces (Tenerife), y también macrocentros de acogida para albergar a los menores.

Las medidas de seguridad impuestas en los países de los que salían los cayucos y pateras y las repatriaciones ordenadas por el Gobierno español provocaron que se redujesen a 11.746 en el 2007 y en el 2008 a 8.300. Finalmente, la cifra ha continuado disminuyendo hasta los 2.242 de 2009.

En este último año llegaron a Tenerife 908 personas, mientras que en 2008 fueron 4.442; a Gran Canaria arribaron 411 personas (2.014 el año anterior); mientras que a El Hierro lo hicieron 374 (585 en 2008). En La Gomera fueron 189 (1.015 durante el año pasado). A Lanzarote lo hicieron 154 (frente a los 240 del año anterior); y en Fuerteventura se registraron 5 inmigrantes, uno más que en el 2008 cuando llegaron a la isla cuatro, y a La Palma ninguno.