Los meses de enero y febrero de 2010 serán recordados por 31 familias de Las Moraditas de Taco como el inicio del resto de sus vidas. Unas 200 personas venían soportando, al menos durante los 18 años que han transcurrido desde la aprobación del Plan General (PGO) del año 1992, el peso que confiere saber que sus hogares tenían fecha de caducidad al interponerse en el camino del proyecto viario de conexión entre Ofra y El Chorrillo.

El fantasmagórico puente inacabado que cruza la TF-5 a la altura del barrio desde hace varios años (y que puede verse desde casi cualquier punto de Las Moraditas) era la prueba irrefutable de que la Consejería de Obras Públicas, ni mucho menos, se había olvidado del proyecto; pero las tramitaciones de expropiación forzosa son largas y la construcción de los 34 nuevos dúplex, se alargó durante algo más de dos años.

Tras todo ese tiempo, hasta cuatro furgones se agolpaban a la entrada de las nuevas viviendas para descargar los enseres de las cuatro familias que ayer realizaban la mudanza. Mientras, por otro lado, algunos vecinos se afanaban en adecentar los descansillos de sus casas, como Agustina (53 años viviendo en el barrio) ayudada por su nuera Idaira, en espera de que les toque el turno para mudarse.

El sentimiento entre los vecinos afectados por el derribo de sus antiguas casas derivaba entre la alegría, la tristeza e, incluso, la indignación. Si bien la mayoría estaban contentos de que finalmente se haya resuelto el proceso y puedan entrar en sus nuevas viviendas, dejando atrás las antiguas casas, algunas en muy mal estado.

La Gerencia de Urbanismo culminará la primera fase de entrega de llaves el próximo día 1 de febrero, sin que haya fecha decidida para la segunda fase. Este proceso afecta a 31 familias que deberán acogerse al siguiente cronograma en días sucesivos: entrega de llaves y alta de la luz y el agua de la nueva vivienda, mudanza, última oportunidad para sacar enseres de la antigua vivienda, baja de luz y agua de la antigua vivienda y demolición de ésta.

También la concejala del distrito Ofra-Costa Sur, Ilda López, aprovechó ayer la ocasión para interesarse por el estado de las mudanzas de aquellos vecinos afectados. Otros ya se fueron del barrio tras aceptar la indemnización económica; sin embargo, la mayoría será en las próximas semanas cuando se enfrenten a un cambio de vida con tan sólo cruzar la calle.

julio eusebio

La otra cara de la moneda

Algunos vecinos todavía se resisten a entrar en el trueque que propone Obras Públicas. Es el caso de Julio Eusebio, propietario del bar El Fugitivo que abrió su padre en 1970 y que él regenta desde hace doce años. Junto con otros seis vecinos, lleva luchando por continuar allí desde 2007 ya que la carretera no le afecta directamente. "No quiero un local en el barrio, mi bar está en una zona industrial con una clientela fija".

dolores aparicio

61 años en Las Moraditas

Ella se autodefine como "la primera de Las Moraditas". Dolores Aparicio es puro nervio pese a que en abril cumplirá 84 primaveras, 61 de ellas viviendo en el barrio. Conejera de nacimiento, Dolores está contenta con el cambio de vivienda porque antes "no podía ni salir de casa". Eso sí, cuando se produzca la demolición no irá a verla: "demasiados recuerdos -responde de forma escueta- como el del primer televisor del barrio".