La bolsa española retrocedió hasta niveles de comienzos de noviembre pasado tras caer un 2,3 por ciento y bajar a 11.400 puntos por la caída de los mercados internacionales ante las dudas surgidas sobre el crecimiento económico mundial y por la nueva legislación que EEUU quiere imponer a la banca.

Así, el principal índice de la bolsa española, el Ibex-35, en el que sólo subieron tres valores, cedió 265 puntos, equivalentes al 2,26 por ciento, hasta 11.444 puntos. Las pérdidas acumuladas en lo que va de año ascienden al 4,15%.

En Europa, con el euro en 1,404 dólares, Fráncfort perdió un 1,79 por ciento; el índice Euro Stoxx 50, un 1,76 por ciento; París, un 1,7 por ciento; Londres, un 1,58 por ciento, y Milán, un 1,08 por ciento.

La bolsa española abrió con ganancias moderadas que le aproximaron a 11.800 puntos y que se basaban en el crecimiento del PIB de China del 8,7 por ciento el año pasado y en los buenos resultados publicados esta madrugada por E-Bay y Starbucks.

Sin embargo, las pérdidas surgían rápidamente y la bolsa bajaba de los 11.700 puntos influida por las dudas del Banco Mundial, que indicaba una menor pujanza en la recuperación económica, y por el descenso de la actividad en el sector servicios europeo en enero.

La incertidumbre sobre la evolución de la economía se extendía a la zona euro, que crecerá moderada e irregularmente este año, según expresó el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, y a Alemania, que para el Bundesbank crecerá entre el 0,2 y el 0 por ciento en el primer trimestre.

La cotización del euro se resentía y oscilaba en esta sesión entre 1,412 y 1,404 dólares.

Aunque los resultados de Goldman Sachs, que ganó cerca de 13.400 millones de dólares en 2009, fueron bien acogidos y la bolsa volvía a situarse sobre los niveles de cierre de la víspera, la situación se torció tras la apertura de Wall Street.

Afectada por el aumento en 36.000 peticiones semanales de subsidios de desempleo en EEUU, hasta las 482.000, la apertura al alza de Wall Street duraba poco por el descenso de la banca y el empeoramiento en enero de la actividad en parte del este de ese país.

El crecimiento del 1,1 por ciento de los indicadores adelantados estadounidense en diciembre no impedía la caída del mercado neoyorquino, que arrastraba a la bolsa española hasta 11.400 puntos al final de la sesión, al tiempo que el barril de petróleo bajaba a 74,5 dólares.

Todos los grandes valores bajaron: Banco Santander, un 4,22 por ciento, la mayor caída del Ibex, seguida de BBVA, con un descenso del 3,02 por ciento; Repsol, un 1,8 por ciento; Iberdrola, un 1,35 por ciento, y Telefónica, un 0,77 por ciento.

Después del Santander, afectado como todo el sector por la legislación que se pueda aprobar en EEUU, la mayor caída del Ibex correspondió a ArcelorMittal, un 3,95 por ciento, seguido de Sacyr, con un descenso del 3,45 por ciento, mientras que Indra bajó un 3,33 por ciento, y Gamesa, un 3,28 por ciento.

De las tres empresas del Ibex con ganancias, Iberia sigue rentabilizando la caída del precio del petróleo y la próxima fusión con British Airways con un alza del 2,94 por ciento, mientras que Endesa avanzó un 0,49 por ciento, y Ebro Puleva, un 0,14 por ciento.

En el mercado continuo destacó la caída del 5,90 por ciento de Metrovacesa, mientras que la mayor subida correspondió a Zeltia, un 5,85 por ciento, seguida de Fergo Aisa, que subió un 5,1 por ciento tras comunicar que no estaba obligada a pagar una indemnización de 17 millones de euros.

La rentabilidad de la deuda española bajaba dos centésimas y se situaba en el 3,99 por ciento, mientras que el efectivo negociado en el mercado continuo se elevó a 6.111 millones, de los que algo menos de 2.900 millones procedieron de operaciones efectuadas por inversores institucionales.