Los trabajos de mejora que en breve comenzarán en el Centro Penitenciario Tenerife II obligarán a la dirección a trasladar a la Península a cerca de 200 internos. Las obras se centrarán en dos módulos de los siete que ocupa actualmente la población reclusa masculina, y ello hace necesario que sus ocupantes sean distribuidos tanto en el resto de los módulos como en otras prisiones del resto del país.

La dirección de Tenerife II se reunió con los familiares de los presos hace varios meses para explicarles que las obras son indispensables, puesto que los módulos necesitan una rehabilitación urgente en lo que se refiere a sistema eléctrico -es el mismo que el instalado en 1989 cuando se construyó el centro penitenciario- y también en la mejora de las cubiertas -que se vieron afectadas por la tormenta tropical Delta-. Asimismo, se aprovechará para colocar un sistema de calefacción en las celdas.

No obstante, también informaron de que para realizar estas mejoras era necesario desalojar un módulo y que para ello se tendría que incrementar el número de internos trasladado a otros centros de la Península, además de repartir otros tantos en el resto de los módulos y enviar a los de tercer grado al nuevo centro abierto en Santa Cruz de Tenerife el pasado mes de septiembre.

En este sentido, desde la Asociación de Familiares y Amigos de Presos de Tenerife (Afaprete) advierten de que estarán "vigilantes" para comprobar que los traslados se hacen "de la mejor manera posible y con unos criterios de selección que prioricen a aquellos reclusos que no tienen arraigo en Tenerife o en las demás islas".

Además, exigen garantías de que los presos canarios que finalmente sean trasladados regresen una vez se acaben las obras. "Tememos que con el hacinamiento que actualmente existe, las plazas se ocupen antes de que a ellos se les permita volver", explican.

Sin embargo, también afirman estar "resignados" a los traslados porque "son inevitables", y porque "en este caso será para unas obras que les van a beneficiar".

Masificación e inseguridad

Afaprete lleva varios meses denunciando que las condiciones de hacinamiento de Tenerife II obligan al traslado de reclusos de forma continua, y señalan que una solución podría ser que los presos preventivos peninsulares fueran trasladados a su lugar de origen y juzgados por videoconferencia, en vez de mantenerlos en Tenerife y enviar fuera a presos canarios ya condenados.

Por su parte, al sindicato CCOO le preocupa que la redistribución de internos en otros módulos aumente la saturación y las condiciones de inseguridad aumenten, ya que se da el caso de que sólo dos funcionarios deben controlar a 200 presos.

Así, su portavoz, Antonio Rodríguez, recuerda que el personal que actualmente existe es "a todas luces insuficiente para los 1.400 internos que hay", y que las condiciones de trabajo "tampoco son favorables, porque a la sobrecarga de trabajo se une el incumplimiento de compromisos por parte de la administración, como el de aumentar los niveles retributivos equiparando a este funcionariado con el resto".

"Están en condiciones infrahumanas"

Según la Asociación de Familiares y Amigos de Presos de Tenerife, las condiciones de la mayor parte de las celdas del centro penitenciario Tenerife II "están en condiciones infrahumanas" y nada tienen que ver con la imagen tomada hace cinco años y que aparece arriba. "Las celdas son minúsculas y tienen una cantidad de humedad que nadie se puede imaginar. Las literas están destartaladas por el uso y los internos ni siquiera cuentan con mantas suficientes para aislarse de las bajas temperaturas que hay durante el invierno", aseguran, antes de añadir que "antes los familiares podían llevarles mantas a los presos, pero ahora, por motivos de seguridad, no está permitido y sólo se les dan unas ignífugas que miden tres milímetros y que no abrigan nada".