Sergio García vuelve a dirigir la elección de la reina del Carnaval tras seis años de ausencia. Asegura regresar con ilusión y gran satisfacción para que el público tinerfeño disfrute viendo la gala que se desarrollará en el recinto ferial el 10 de febrero. El creador tratará de "sacarle todo el partido posible al recinto ferial", aunque admite que prefiere para este espectáculo "un espacio abierto". No obstante, se encuentra ya "armando" el puzzle que recordará la historia del Carnaval tinerfeño de los últimos cuatrocientos años.

¿Cómo afronta su retorno a la dirección de la gala del Carnaval?

Son muchas sensaciones juntas: por un lado siento mucha ilusión, porque uno cree que puede hacer cosas que les gusten a los tinerfeños, y también estoy lleno de satisfacción, porque llevaba seis años fuera. Precisamente estos últimos años han sido muy duros personalmente y justo cuando esa dureza acabó sonó el teléfono y me ofrecieron esta nueva oportunidad. En aquel momento pensé que era algo así como una compensación.

¿Cómo va a "armar" la gala para recordar 400 años de historia?

He cogido el transcurso de la historia del Carnaval de Tenerife desde hace cuatrocientos años, momento más antiguo del que datan documentos que atestiguan la presencia de esta fiesta. Iré plasmando la esencia del Carnaval en sus momentos históricos más importantes aunque procuraré que sea una gala ágil de unas tres horas de duración, en las que desfilarán doce aspirantes.

¿En qué se notará la crisis económica en la gala?

Habrá un desbordamiento de imaginación que se traducirá en muchos elementos. Tenemos un pueblo que se une en los momentos más difíciles; muchos colectivos han sumado su presencia de forma altruista.

¿Cree que el Carnaval debe aprender algo de esta crisis?

Creo que sí. Nos habíamos comercializado demasiado, antes nadie se movía si no había dinero de por medio y eso le iba quitando un poco, por lo menos a la gala de la Reina. La situación actual ha provocado que todo el mundo vuelva a decir mi fiesta es mi fiesta y la hago porque me da la gana. El Carnaval ha evolucionado mucho a lo largo de los años, siendo ahora las rondallas el elemento más antiguo, con más de cien años. En los trescientos años anteriores había otras cosas que desconocemos. Como anécdota, el primer dato del Carnaval de Tenerife es de un corregidor de La Laguna prohibiendo que se tapara la cara.

¿Qué opina de las galas dirigidas por Jaime Azpilicueta?

Nunca opino de los anteriores directores. A algunos los aprecio muchísimo y valoro mucho sus trabajos, aunque la gala me gustara más unos años que otros, pero eso son gustos personales, igual que mis galas, que a unos les agradan y a otros no. Hemos tenido un buen plantel de directores, excepto a uno que no quiero recordar.

¿El Carnaval de Santa Cruz goza actualmente de buena salud?

Si el Carnaval ha durado más de 400 años con los detractores, prohibiciones y persecuciones que ha sufrido, ahora la salud del Carnaval no peligra; es el propio pueblo.

¿Qué opina sobre la celebración de la gala en el recinto ferial?

Intentaré sacarle todo el partido que pueda, aunque a mí me gusta la gala al aire libre, que no tenga techos, paredes ni corsés. Sin embargo, me tengo que retractar porque en su momento dije que nunca haría una gala en este espacio y, sin embargo, cambiar la ubicación cuando me plantearon dirigir la gala hubiera supuesto triplicar los costes. Sí es cierto que el recinto ferial va muy bien para los concursos porque son muchos días, pero no para la gala.

¿Cuál es la dinámica de trabajo a tres semanas de la gala?

El engranaje va bien, se van cumpliendo objetivos aunque aún quedan flecos. Mi dinámica actual es comenzar a las nueve de la mañana con la planificación, guiones, necesidades, gestiones y llamadas de coordinación para, por la tarde, comenzar con los ensayos que concluyen hacia la medianoche.

¿Puede avanzar algún detalle sobre el escenario?

El escenario recrea el primer escenario conocido del Carnaval, al que accedimos a través de una crónica en la que se hacía referencia al Casino. En el documento se detalla que esta sede decoró sus salones para el baile con un "preciosísimo" papel traído de París con numerosos espejos dorados. Como no sabemos cómo era el papel, hemos hecho un mural con un collage con imágenes emblemáticas del Carnaval, mientras que los espejos ya están aquí y son una maravilla.

¿Puede adelantar alguna sorpresa de la gala?

Recordaremos un episodio emblemático como el que batió el récord Guinness con 250.000 personas bailando en la plaza de España.