La Organización Mundial de la Salud (OMS) negó hoy públicamente las acusaciones de que se dejó influir por poderes económicos en su gestión de la pandemia de gripe A y aseguró que cuenta con mecanismos para prevenir que sus colaboradores y expertos caigan en conflictos de intereses.

En víspera de la audiencia convocada en el órgano parlamentario del Consejo de Europa para analizar esas denuncias, la OMS difundió una declaración asegurando que sus decisiones con respecto a la gripe AH1N1 "no han sufrido una influencia impropia por parte de la industria farmacéutica".

En las últimas semanas, el organismo sanitario ha recibido fuertes críticas de numerosos sectores que, a seis meses de la declaración de la pandemia de gripe, consideran que se exageró la amenaza y se crearon temores excesivos que indujeron a producir una vacuna en tiempo récord y a los gobiernos a aprovisionarse de la misma.

"Existen numerosos mecanismos de vigilancia para manejar conflictos de intereses entre los miembros de los grupos consultivos de la OMS y de los expertos de sus comités", sostuvo el organismo.

A ese respecto, explicó que "los asesores entregan una declaración de intereses firmada a la OMS en la que detallan cualquier interés profesional o financiero que podría afectar la imparcialidad de sus consejos".

Asimismo, precisó que entre los factores que tuvo en cuenta para declarar la pandemia estuvo que los análisis de laboratorio mostraron que el virus AH1N1 era muy diferente de otros de la gripe que circulan entre las personas y que información clínica, proveniente especialmente de México, indicaba que podía causar una enfermedad grave y la muerte.

Agregó que, conforme la pandemia evolucionó, se observó que la enfermedad podía devenir en una severa forma de neumonía viral, lo que no es común en las epidemias habituales de gripe. Y aunque estos casos extremos eran raros, "supusieron una fuerte carga en las unidades de cuidados intensivos".

La OMS recalcó también que la propagación del virus fue "excepcionalmente rápida", una muestra de que "el mundo está atravesando una verdadera pandemia".

Por ello, señaló que las acusaciones de que la pandemia "fue una farsa" son equivocadas e irresponsables, al tiempo que se declaró dispuesto a someter su actuación a un proceso de evaluación.

Tal evaluación fue anunciada anteriormente, pero los responsables de la organización no han precisado cuándo tendrá lugar, ni a cargo de quiénes estará.