Los diputados franceses que integran la misión parlamentaria encargada de analizar la posible regulación del uso del "burka" en Francia propusieron hoy prohibir este tipo de velo en todos los servicios públicos.

Es la propuesta más destacada del informe de conclusiones que los parlamentarios presentaron hoy en la Asamblea Nacional en una rueda de prensa en la que se mostraron partidarios de elaborar una "resolución parlamentaria" sobre el uso del velo islámico.

En esa resolución se incluiría la prohibición de llevarlo en todos los servicios públicos, es decir, en la administración, hospitales, transportes o escuelas públicas.

El presidente de la misión parlamentaria, el diputado André Gerin, ya avanzó la semana pasada el contenido del informe presentado hoy, argumentando que cubrirse el rostro de esa manera "significa la negación de la identidad, de la personalidad".

En su opinión, el burka o el niqab no son prendas de vestir, sino una especie de "mortaja".

En los seis meses que la comisión parlamentaria que él preside ha estado investigando esta cuestión, dijo, se ha constatado "que el problema es aún más grave de lo que creía".

Como ejemplo, Gerin explicó que en ciertas empresas se han implantado normas sobre la vestimenta de las mujeres, que en algunas escuelas las niñas están exentas de hacer gimnasia y que en los hospitales algunos hombres que acompañan a mujeres con velo exigen que las atiendan enfermeras o médicos mujeres.

La polémica sobre el uso del velo que cubre completamente a la mujer se ha acentuado en los últimos meses, en los que el presidente francés, Nicolas Sarkozy, reiteró que no hay lugar en Francia para el burka "bajo ningún pretexto, en ninguna condición y en ninguna circunstancia".

Es un debate similar a la que se produjo en 2004 respecto al velo islámico y que desembocó en una ley que prohíbe el uso de cualquier signo religioso en los lugares públicos, con atención especial a las escuelas.