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Sporting de GijónJuan Pablo, Lora, Gregory, Botía, Canella, Rivera, Portilla (Matabuena, 70''), Luis Morán, De las Cuevas (Barral, 52''), Carmelo (Diego Castro, 57'') y Bilic.

BarcelonaValdés, Pujol, Piqué, Márquez, Abidal, Xavi, Busquets, Iniesta, Messi, Ibrahimovic y Pedro (Bojan, 90'')

ÁrbitroParadas Romero. Mostró tarjetas amarillas a Carmelo, Lora, Pedro, Portilla, Botía, Barral, Messi, Rivera y Pujol.

Gol0-1, 30 m., Pedro.

IncidenciasLleno en El Molinón, alrededor de 24.500 espectadores en un partido en el que se realizó una colecta para recaudar fondos para los damnificados por el pasado terremoto de Haití.

El Barcelona se llevó los tres puntos del estadio de El Molinón con un solitario gol de Pedro en la primera mitad en un partido en el que el líder mostró su clara superioridad, pero no la supo traducir en goles y acabó defendiendo su propia portería ante el ataque final de un Sporting de Gijón que hizo sudar a los catalanes.

El Barcelona se presentó en El Molinón con las bajas de Dani Alves y Keita, pero el Sporting vio cómo a última hora su máximo goleador, Diego Castro, se resintió de sus molestias en un pie, por lo que Manuel Preciado decidió dejarlo en el banquillo, lo que no sólo equilibraba la importancia de las ausencias sino que los gijoneses salieron perdiendo en esta situación ya que el rojiblanco es más decisivo en ataque.

Asumió riesgos

Preciado arriesgó al poner como pareja de mediocentro junto a Rivera al jugador del filial Christian Portilla, que anteriormente sólo había jugado menos de media hora con el primer equipo y el chaval lo pasó mal ante la enorme superioridad del centro del campo barcelonés, que dominó el juego y el tempo del partido a su antojo encerrando al Sporting en su medio campo.

Sin embargo, la primera ocasión clara llegó en una internada de Bilic que supera por velocidad a Márquez y el sportinguista acabó en el suelo tras un forcejeo con el central barcelonés, lo que provocó una petición unánime de penalty por parte de los espectadores que el árbitro no señala en la que fue la primera discrepancia de las muchas que la grada mantuvo con las decisiones del árbitro durante la primera mitad.

El balón era totalmente del Barcelona y llega la primera gran ocasión azulgrana en un pase de Xavi entre los dos centrales sobre la internada de Messi, que se encuentra con un acertado Juan Pablo, quien envía el balón a córner, pero el Sporting buscaba con balones largos sorprender a la defensa visitante, como a punto estuvo de hacerlo Bilic al rematar de cabeza un gran centro de Carmelo, pero Valdés realizó una buena estirada.

Abidal era una muralla de defensa y se mostraba muy activo en ataque jugando con gran velocidad y llegando a algunos balones largos, en los que Luis Morán partía con ventaja, lo que le convirtió en uno de los jugadores más destacados de la primera parte, en la que Ibrahimovic lo intentó desde fuera del área saliendo su disparo alto.

Al borde de la media hora el árbitro señaló una falta en la zona media de la parcela del Barcelona que medio equipo del Sporting se quedó protestando, lo que aprovechó Xavi para meter un balón largo sobre un Pedro situado en posición dudosa. El joven canario enfiló directo a Juan Pablo y le batió con un balón pegado al poste derecho dando al Barcelona la superioridad en el marcador que venía demostrando en el terreno de juego.

Con el mismo guión

Tras unos minutos con el mismo guión que en la primera parte, aunque sin que el Barcelona lograra crear situaciones de peligro, Preciado decidió hacer dos cambios que galvanizaron la grada y el juego de su equipo dando entrada a un tocado Diego Castro y a Barral. Así, los locales pasaron a jugar los mejores minutos del encuentro con un par de llegadas que hizo intervenir a Valdés.

Messi tuvo la siguiente ocasión para el Barcelona pero su disparo salió cruzado en unos minutos en los que el juego no fue de un dominio tan claro para los de Guardiola, quienes no obstante ejercían un control claro sobre el balón, si bien el Sporting ganó algunos metros y su recorrido hasta las inmediaciones de Valdés no tenía que ser tan largo como en la primera mitad.

El partido se acercaba al final y los rojiblancos redoblaron su empeño en tratar de igualar, pero la ansiedad por un lado y algunas decisiones arbitrales volvieron a enfadar a los aficionados, que veían cómo el Barcelona se llevó los tres puntos.