Cerca de un centenar de padres de alumnos del colegio Bethencourt y Molina, del barrio de Barranco Grande de la capital, se concentraron ayer a las puertas del centro para exigirle a la Consejería de Educación que aparte de sus funciones a la tutora un curso de Educación Primaria, quien, según las denuncias formuladas por dos progenitores, agredió, supuestamente, a dos alumnas de 8 y 9 años, el pasado 19 de marzo.

Este curso, con 27 alumnos, ha venido generando conflictos desde que comenzaron las clases, principalmente por las "agresiones" que se producen entre los escolares, "todo ante la pasividad de la tutora", según Dolores García, una de las madres. Esta progenitora señala que la mayoría de los padres no daba crédito a las quejas de sus hijos, en el sentido de que la docente "los trataba de manera vejatoria y humillante, pero cuando los comentarios coincidían, nos dimos cuenta de que la situación era general".

Esta circunstancia ha motivado que buena parte de los padres no envíen a sus hijos al colegio desde hace varias semanas, pues según Dolores García "no tenemos garantías para su seguridad".

Ayer, coincidiendo con la concentración de los padres, la docente en cuestión no se encontraba en el centro, pues un día antes había presentado una baja médica, aspecto confirmado por la dirección del centro, que declinó hacer declaraciones respecto a este controvertido asunto, limitándose a explicar que esta situación sigue su curso a través del expediente abierto por Educación.

Según la versión de una de las madres, la agresión a las niñas se produjo una vez que la docente tuvo conocimiento de que los padres emprendieron acciones para exigir más autoridad en el aula, "por lo que las agrede sacudiéndolas y dándoles algunas patadas, pero hasta la fecha no ha pasado nada". Dolores García señala que esta profesora, con plaza fija en el Bethencourt y Molina, "se incorporó el pasado curso, pero hemos constatado que ya ha protagonizado hechos similares en otros colegios, que también han generado la reacción de otros padres, que han provocado su cambio de colegio".

Por su parte, la Consejería de Educación confirmó ayer que esta semana se nombrará a una sustituta de esta profesora, y que el expediente que está abierto sigue su curso, en cuyo trámite está previsto que den su versión tanto la dirección del centro como los padres y la docente afectada.

Además, los padres lamentan que "por parte de los responsables del centro no se hayan tomado medidas, a pesar de que fueron testigos de la actitud de esta docente", y comentaron que "han mirado para otro lado cuando se producían agresiones entre alumnos, como escupitajos, puñetazos o empujones, que sólo se producen en las clases de esta profesora".