> El juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón, suspendido hoy en sus funciones por el Consejo General de Poder Judicial (CGPJ), abandonó*la sede de tribunal con lágrimas en los ojos y entre los aplausos de los funcionarios de su juzgado, que lo despidieron visiblemente emocionados y en algunos casos entre llantos.

Garzón, que prefirió no realizar ninguna manifestación, salió de la Audiencia Nacional pasadas las 14.00 horas y se detuvo un instante antes de coger su vehículo oficial para despedirse de la treintena de trabajadores del Juzgado Central de Instrucción número 5 que le escoltaban en las escaleras del tribunal con un cartel en el que se podía leer ''Torquemada vive''.

Después, el juez abrazó a los funcionarios que se le acercaron, al juez decano de la Audiencia Nacional, Santiago Pedraz, al magistrado instructor Fernando Andreu y a la fiscal Dolores Delgado, que también se encontraban visiblemente emocionados. Acto seguido, se montó en su coche y comenzó a llorar.

Frente a las puertas del tribunal también se concentró una treintena de personas que portaban banderas republicanas y caretas con la imagen del juez y que despidieron al magistrado con gritos de "Garzón amigo, el pueblo está contigo". Unos minutos antes habían coreado proclamas como ''Queremos Justicia'', ''Envidiosos, envidiosos'' y ''Vosotros fascistas sois los terroristas''.

EL ÚLTIMO INTERROGATORIO

El juez conoció la noticia de la suspensión por parte del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) a las 13.19 horas, cuando se encontraba interrogando al presidente de la inmobiliaria Proinosa, Josep Singla, imputado en la denominada operación ''Pretoria''. "La declaración se ha borrado y la hemos tenido que repetir", explicó.

A su salida del juzgado, Singla detalló que en mitad de la comparecencia el magistrado recibió una llamada de teléfono y le pidió a él y a su abogado que interrumpieran por unos minutos la declaración. A su regreso, "no parecía por su lenguaje corporal que le hubieran transmitido malas noticias", según señaló el empresario.

Durante la mañana, también se acercaron hasta el despacho del juez su mujer, Rosario Molina, magistrados como Fernando Andreu, Santiago Pedraz, Fernando Grande-Marlaska o Ismael Moreno, y fiscales como Vicente González Mota, Dolores Delgado o Pedro Martínez. Todos le transmitieron su apoyo y lamentaron su situación.

EL PÉSAME DE MAGÁN

También acudió hasta la sede judicial el abogado Fernando Magán, que impulsó la causa sobre la Memoria Histórica que ha provocado la suspensión de funciones de Garzón. "Lo siento", le dijo el letrado dándole la mano al juez como si le estuviera dando el pésame.

El Juzgado Central de Instrucción número 5 también fue escenario de la visita de tres abogados laboralistas de París, que se personaron en la Audiencia Nacional al pensar que la suspensión de Garzón iba a dilucidarse en una vista pública. "Estamos aquí para darle nuestro apoyo", dijo uno de los letrados, que se despidió con la consigna en español popularizada por el ''Ché'' Guevara: "Hasta la victoria siempre".