Los Enanos se despiden. Hoy bailan y luego descansarán hasta 2011. Primero será en el Recinto Central, para acabar ante la imagen de la Virgen en la plaza de España. Dentro de cada "enano" hay un juglar. Ambos forman un solo cuerpo. Se emocionan juntos. Se cansan a la vez. El 10 sin punto se queda con las caras de ilusión. Las tiene grabadas. Dice que hay niños tanto de 80 años como de cuatro. Que la edad no cambia la reacción ante la magia. No tiene miedo a caerse mientras baila y si ocurre, sabe que no pasará nada. Es cuestión de levantarse y seguir danzando.

El 10 sin punto sabe que hoy "vamos a danzar ante nuestra gente. El día 24 es una fiesta más de nuestro pueblo y los "enanos" la vemos más cercana incluso. Además, los nuevos se liberaron de la presión el día 15 y ahora todos estamos más sueltos...". Se para y piensa. Sabe que esta noche habrá algo diferente: "El último baile es especial. En la sociedad en la que se vive, en la que no está de moda ser religioso, lo cierto es que los palmeros sentimos una devoción muy fuerte por la Virgen de las Nieves, con independencia de que seas o no cercano a la Iglesia. La Virgen es otra cosa. No hay que olvidar que la Danza de los Enanos se crea para bailarle a la Virgen y el "enano" eso lo siente.

Al "enano" todo el mundo lo mira, pero qué sentirá. Qué verá. La respuesta es sencilla. Simplemente "lo vemos todo. Vemos los rostros de la gente, cómo nos miran a la cara. Vemos ilusión. La magia te convierte, aunque seas mayor, en un niño. Hay niños de ochenta, sesenta o de cuatro años. Cuando se oye la polca, la gente también se transforma. Se transforma junto al "enano". Ayuda, grita, baila, canta...". Aún así, es consciente de que no se manda solo. Que todo "enano" tiene "algo del juglar que llevamos dentro. Cuando el "enano" sale lleva incluso algo característico de la persona. En el último siglo se han podido ver "enanos" que llevaban gafas, que fumaban puros, que tenían una cámara de fotografías, un animal... El juglar que llevamos dentro intenta que nosotros tengamos algo de su personalidad, y lo logra".

En el fondo todo se resume en sentimientos. En lo que cada uno es capaz de sentir. En aquellas cosas, pequeñas situaciones, que te alteran el alma. Los Enanos "también se emocionan. A veces incluso lloran. En la función del Hospital de Dolores, veremos caras delante que probablemente ya no estarán dentro de cinco años. Ver cómo disfrutan en la que seguramente será su última Danza de Enanos, te puede llegar a "romper". Sí, el juglar que va dentro de nosotros pasa por alegrías, muchas, sobre todo la primera vez, y también por momentos de tristeza, de emoción, que en algunas ocasiones lo inunda".

El "enano" número 10 hace hincapié en que "no hay miedo a caerse. Para nada. El que salga a bailar Los Enanos con miedo a caerse, nunca lo hará bien. Además, si te caes no pasa nada, seguramente te ayudará a que cuando te levantes los bailes mucho mejor".