España alberga cinco de las siete entidades europeas que han suspendido las pruebas de solvencia en circunstancias extremas de la economía, aunque el país ha sido el que más se ha "desnudado", al aportar el 30% del total de 91 grupos financieros analizados.

Entre las cinco entidades suspendidas -cuatro alianzas de cajas y la intervenida Cajasur- requieren 2.043 millones de euros para alcanzar el ratio mínimo de solvencia (Tier 1) del 6% que deberían tener a finales de 2011 si los principales parámetros económicos, como el Producto Interior Bruto y la tasa de paro, sufrieran un fuerte deterioro, a lo que habría que añadir una crisis de deuda soberana como la de Grecia.

Las suspendidas son la unión promovida por Caixa Catalunya, Tarragona y Manresa, con el peor ratio de solvencia de España (3,9%), seguida por la intervenida CajaSur (4,3%), que ha sido analizada individualmente aunque ya está adjudicada a BBK.

A continuación figura la fusión de Caixa Sabadell, Terrasa y Manlleu (3,9%), seguida de Banca Cívica -el grupo que, sin ayudas públicas, creó el Sistema Institucional de Protección entre CajaCanarias, Caja Navarra y Caja de Burgos- y de la fusión de Caja Duero y Caja España.

Banca Cívica tendría un nivel de recursos propios de máxima calidad del 4,7% a cierre de 2011, en el escenario de estrés máximo, por lo que necesitaría 406 millones de euros para aguantar tal periodo.

En un comunicado, el Sistema Institucional de Protección (SIP) que integra a la caja tinerfeña señala que mira al futuro "por encima" de estas pruebas pero que, no obstante, su consejo ha facultado a la compañía a "utilizar cualquier instrumento de capitalización para cubrir eventuales deterioros extremos durante 2010".

Junto a futuras inyecciones privadas, Banca Cívica explicó que el plan de capitalización orgánico que ha puesto en marcha -y que incluye la aportación de beneficios, desinversiones selectivas de la cartera industrial, emisiones y puesta en valor de alianzas en el ámbito de seguros-, le permitirá estar "blindada" incluso en el escenario más "extremo".

Por otro lado, hay que destacar que todos los bancos españoles han aprobado los requisitos mínimos de resistencia exigidos. El Santander tiene un ratio de solvencia del 10% y el BBVA del 9,3%. Banca March se adelanta a ambos y es el más solvente de los ocho bancos españoles analizados, con un Tier 1 del 19%. El Banco Popular sería quinto, con un 7%.

Las cajas que mejor aguantarían un periodo de estrés serían BBK, con un Tier 1 del 14,1%, aunque en estos cálculos no se tiene en cuenta que resultó adjudicataria de CajaSur, Kutxa, con un 10,6%, y Unicaja (9%).

De las siete entidades suspendidas a nivel europeo, las dos restantes se ubican en Alemania (el banco Hypo Real Estate Holding AG, ya completamente nacionalizado) y en Grecia (ATEbank).

El Banco Central Europeo (BCE) instó a los grupos que lo necesiten a reforzar su capital a través del sector privado o de las facilidades que han puesto a su disposición los países de la eurozona.

Por su parte, el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, subrayó que las pruebas confirman la solidez del sector bancario del país. Recordó que se basan en un escenario "altamente improbable" de deterioro económico, alejado de la realidad y que demuestra, por tanto, que en condiciones "normales y previsibles" el sistema financiero español es sólido.

Suficiente ayuda pública

El responsable del supervisor admitió que hay cuatro agrupaciones de cajas que necesitarían recapitalización según las pruebas, pero en su opinión no haría falta porque actualmente superan el 4% legal de Tier 1, aunque estén por debajo del 6% que se ha utilizado como referencia esta vez.

La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Economía, Elena Salgado, descartó la necesidad de emitir más bonos para dotar de recursos al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) con los que recapitalizar a las cuatro uniones de cajas de ahorros suspendidas.

El Banco Santander destacó, en un comunicado, que es "probablemente" la única gran entidad europea que mantiene sus ratios de solvencia en un escenario de crisis extrema, pese a seguir pagando dividendos e impuestos y continuar realizando provisiones.

En la misma línea, el BBVA destacó que las pruebas confirman la fortaleza financiera del grupo, "que pese a no haber realizado ninguna ampliación de capital desde el inicio de la crisis, se encuentra entre los bancos más sólidos y solventes de Europa".