Salvador Larroca (Valencia, 1964) no recuerda un momento exacto para empezar en el mundo del cómic. Vino a Tenerife Lan Party y atendió a sus números seguidores. Hoy firmará ejemplares por la mañana en el Salón Manga.

¿Cómo empezó en la aventura del cómic?

Empecé desde niño y era un hobbie. Nunca pensé que fuese una profesión porque dibujar para España nunca lo vi como una profesión. Tenía mi trabajo. Hacía un póster o una perspectiva para una promotora y me ganaba un dinero. Cuando Marvel quiso abrir una oficina en Inglaterra, buscaron quién podía colaborar y me llamaron. Dejé mi trabajo y me dediqué en exclusiva a dibujar para Marvel. Mis padres siempre pensaron que estaba perdiendo el tiempo hasta que empecé a vivir de ello de manera holgada.

¿Tuvo que viajar a Londres?

Siempre he trabajado desde Valencia. Antes usábamos mucho el Fax y FedEx. Ahora lo hago todo de forma digital y todo lo enviamos en internet.

Ha ganado un premio Eisner, el Oscar de los cómics, y está nominado para otro. ¿Qué valoran en estos premios?

Si lo supiera, lo haría todos los años. El primer sorprendido fui yo. Me lo han entregado por ser parte del equipo creativo de la serie de Iron Man, una de las más novedosas. El equipo está formado por los guionistas, el equipo de dibujo, los creadores de los textos, aquellos que le ponen color, los que realizan los acabados y finalmente el editor que coordina todo el trabajo.

¿Cómo es el proceso creativo de una historia?

Primero el guionista hace un desarrollo en el que se decide cuántos números va a ocupar una historia que se tiene en mente y se lo presenta al editor. Se decide qué va a pasar en cada número, se discute con el editor. Puede que tenga que comentar algo conmigo si es necesario. Una vez hecha la distribución me pasan el primer guión y lo ilustro. Y así todos los meses. Así sabemos qué va en cada sitio y, a medida que se avanza, se ponen en común las ideas y seguimos superando etapas.

¿Trabaja en su propia casa? ¿Tiene un horario?

Sí. Tengo un horario. El que lleva hacer dos páginas. Empiezo por la mañana y al mediodía he acabado, o casi, la primera página. Por la tarde empiezo la segunda y al acabarla hago un poco de deporte. A la semana hago 8 ó 9.

En las revistas especializadas alaban su regularidad

La regularidad que tengo le salva a veces el cuello a su editor. El cómic es un producto por el que Marvel obtiene una rentabilidad porque es su negocio, ganan dinero vendiéndolos. Tiene que salir todos los meses y un determinado día. El responsable último es el editor. A veces hay retrasos por enfermedades o porque son números dobles. Pero si se convierten en norma, los retrasos le pueden costar el puesto.

¿Es un mundo tan agresivo?

Todos los mundos que dependen del público pueden llegar a serlo. A veces caes en gracia y otras no. No has hecho nada por hacerlo. Simplemente hay temporadas que estás de moda y otras no. Conozco autores a los que les ha pasado. Si no vendes, no te contratan.

¿Es calidad de trabajo o del gusto del público?

Los gustos pueden cambiar rápidamente y uno no adaptarse a lo nuevo con la suficiente velocidad. Pueden cogerte manía, o el estilo pasa de moda. Conozco guionistas que han recibido amenazas de muerte. Ni todo lo que haces es bueno o malo. Es una cuestión de modas. Todo es relativo.

¿Hay conexión cómic-cine?

Los productores de Perdidos o Héroes, entre otras, están trabajando tanto en el cine como en el cómic o series. Todo está mezclado. El talento es único y se utiliza en función del medio en el que se trabaje. Se resumen en contar historias. Todos los escritores de estas series han leído los mismos cómics que yo y en algún momento algo les ha hecho elegir esta profesión.

¿Cómo se siente ante los nuevos dispositivos como el iPad?

Los tengo todos. No va a cambiar la forma del cómic, sino la forma de venderlo. Hay que intentar abarcar todos los formatos posibles.