La Princesa de Asturias pasó de puntillas por Tenerife. Los pocos ciudadanos que se acercaron en la tarde de ayer al Auditorio, donde doña Letizia entregaba los premios de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), se quedaron decepcionados al comprobar que apenas dedicó un saludo con la mano, junto con dos palabras de agradecimiento, al grupito de unas veinte personas que esperaban un gesto más cercano.

"Paseamos con nuestros dos hijos todas las tardes por esta zona del Auditorio y hoy nos hemos acercado al ver tantos policías, pensando que podíamos ver un poco más cerca a la Princesa, pero apenas nos ha mirado", comentaba esta familia canaria que estuvo un rato en la escalinata.

Esa fue la sensación generalizada de las pocas personas que se habían congregado en la puerta del Auditorio, con el fin de departir con doña Letizia.

Un espontáneo le dijo desde lejos que estaba "muy guapa" y ella respondió con un simple "muchas gracias". Fue el único diálogo que mantuvo con los espectadores.

En el grupito de personas se encontraba una pareja de jóvenes catalanes, que están pasando unos días en Puerto de la Cruz, y tenían previsto conocer Santa Cruz. También permanecieron hasta que llegó la Princesa. Confesaron que no tenían ni idea de qué ocurría, sino que se acercaron al Auditorio al sentirse atraídos por la cantidad de medios de comunicación que vieron.

Ante la escasez de personas en el lugar, una señora de la plaza del Mercado comentó que está claro que la sociedad "no es monárquica".

Ella también había estado por la mañana en el TEA, para ver salir a doña Letizia. Allí, doña Leticia visitó una exposición de fotografías y compartió unos minutos con unos niños de una guardería que se encontraban en el recinto haciendo actividades lúdicas.