Tras cuatro intensos días de trabajo, ayer Juan Carlos Mandía dejó claro que mañana ante el Cartagena quiere ver a un Tenerife derrochador de esfuerzo y sacrificado. El gallego, Antonio Puche y Quique Sanz saben que más allá de la necesidad de imprimir un estilo al equipo, urge ganar. Por eso, según contó en la rueda de prensa previa al duelo, han centrado su esfuerzo en ayudar a los futbolistas para que se entreguen al máximo. Sólo así, dice, tendrán opciones de doblegar al cuadro de Juan Ignacio Martínez.

¿Cómo ha encontrado a los jugadores esta semana?
La verdad es que la semana está siendo muy buena. La gente del club nos ha recibido muy bien y los que están con nosotros en el vestuario: fisios, médicos, utilleros, ... y Guillermo (preparador de porteros), también. Estamos encantados y con la actitud de los jugadores, igual. Aunque es el domingo cuando tienen que estar perfectos.

Esta semana se ha reunido individualmente con todos los jugadores, ¿qué conclusión ha sacado de las charlas?
No hemos tenido la posibilidad de hacer la pretemporada, que es donde te vas conociendo poco a poco, y todo tiene que ir mucho más rápido. Así que lo que buscamos es indagar en lo que sienten y hacerles saber qué es lo que siento yo. Y el gran problema que tienen, como es lógico, es que no ganan. Cuando le pasa eso a un equipo, no solo al Tenerife, todo cuesta mucho. Lo que hay que hacer es no volverse loco. Hay equipo para ganar y eso es lo fundamental. Lo malo sería que perdieras, miraras al equipo y te preguntaras cómo vas a hacerlo. Lo que hay que hacer es jugar y correr.

En el aspecto anímico, ¿lo ha encontrado mejor, peor o igual a cómo se lo esperaba?
Son pocos días los que llevo aquí para hacer una gran valoración. Tenemos un diagnóstico previo por ver los partidos en vídeo y a partir de ahí decidimos que tiraríamos hacia delante con lo positivo, lo que creíamos que era mejor de cada jugador y del equipo.

¿Le sorprende que un equipo como el Tenerife sea el colista de Segunda?
Ya he dicho que la gran realidad la marcan los números, la clasificación. Y cada uno puede hacer la lectura que crea conveniente. Hay quien se pueda engañar, pensando que la cosa no está tan mal, ... A mí eso no me vale para nada. He sido muy claro con todo el mundo. Quiero olvidarme de esos cinco partidos y también de que somos muy buenos. Lo que nos vale es lo que hagamos ahora, no lo que hemos hecho hace cien años. Eso formará parte de la historia del Tenerife.Sólo le podemos ganar al Cartagena corriendo y jugando bien al fútbol no porque hace dos años jugábamos bien, hace mil estaba éste o el otro y lo hacíamos de maravilla, ... Sólo podemos ganar los que estamos ahora.

En estos días, se ha quedado afónico pidiendo más intensidad a los futbolistas...
Me gusta participar bastante en los entrenamientos. Entendemos que en los partidos hay que intentar jugar bien al fútbol, pero también apretar, correr y hacerte con la pelota. Eso es evidente.

Los jugadores han destacado su carácter dialogante y la confianza que les ha transmitido. ¿Ese ha sido su principal objetivo durante la semana?
El objetivo de esta semana y del resto de la temporada va a ser que los futbolistas sientan que nosotros creemos en ellos. Nos hemos embarcado en esta situación porque pensamos que tenemos buenos jugadores y tenemos que transmitírselo.Pero también vamos a hacerles ver que tienen que manejarse con una exigencia máxima. Me parece que el fútbol está muy parejo y prácticamente no hay diferencias con los contrarios a los que te enfrentas. Si tú vas al 90 y poco por ciento, no ganas.

¿El planteamiento que va a proponer el domingo cambia mucho de lo visto hasta ahora?
Vamos a esperar a ver cómo sale. Nuestra idea es que seamos un equipo que juegue bien al fútbol, como dije en la presentación. Y luego intentar correr mucho. Me parece que de cara al domingo necesitamos un grupo de jugadores que sea muy generoso, que tenga ganas de luchar y de pelear por el balón todos juntos. Aunque, luego necesitamos futbolistas valientes a la hora de jugar.

Durante la semana ha probado con Antonio Hidalgo en la mediapunta y Julio Álvarez de interior, ¿son esos los roles que les dará a ambos?
Antonio ha jugado detrás del delantero muchas temporadas y tiene números muy buenos. Pero también ha jugado de mediocentros. Así que tenemos las dos posibilidades. Con Julio pasa algo parecido. Puede jugar por la derecha, en la izquierda, de mediocentro o por detrás del delantero. En cada partido iremos viendo donde pensamos que nos pueden ayudar más para ganar.

¿Julio está para jugar?
Posiblemente no está para jugar 90 minutos, pero sí para ayudarnos durante el partido. Lo que nos transmite es que está con ganas y eso es muy importante.

¿Qué destacaría del Cartagena?
Es un equipo bueno sin ninguna duda. El año pasado jugó muy bien y fue competitivo. Éste se ha reforzado más y tiene mayor número de posibilidades. Va a ser un rival muy complicado. Aparte de generosidad y valentía, vamos a necesitar jugar con el poso suficiente para saber que el partido dura 90 minutos. No podemos volvernos locos queriendo ganar el partido en el minuto uno. Además, posiblemente el rival juegue con la sensación de saber que si el partido es largo el equipo se puede poner nervioso y la gente, también. Por eso necesitamos que nuestros jugadores sepan que vale igual que ganes al principio que al final. Pero también creo que podemos cambiar los partidos en el transcurso de los mismos. Hay jugadores que no van a estar porque solo pueden ser once los que jueguen, pero que hacen que al haber un cambio no se baje el nivel, sino al contrario se aumente y encima entran frescos. Por eso creo que es fundamental saber jugar los 90 minutos.

¿Será, por lo tanto, clave controlar las emociones?
Lo que tengo claro es que hay que jugarlo con todo. Me parece que tenemos que matarnos a correr, ser valientes y tener tranquilidad para jugar los 90 minutos. Me parece que no hay que darle muchas más vueltas. Creo que lo más bonito que hay es ir a por los partidos e intentar ganarlos. Así que lo más importante es correr, todo lo que se pueda y más, todos juntos y luego ser valientes para jugar. Después iremos manejándonos según vaya. Si vamos ganando intentaremos cerrarlo, si perdemos trataremos de moverlo. Nada más.

¿Le pediría algo a la afición?
No me veo capaz. Primero porque llevo poco tiempo aquí y segundo porque es más una cosa nuestra. Estoy seguro de que si la gente nos ve haciendo grandes esfuerzos por recuperar el balón, luchando todos juntos y, al mismo tiempo, queriendo jugar, va a estar de nuestro lado. Por eso creo que es más una obligación nuestra mostrarle que tenemos muchas ganas de ganar el partido.