"En Canarias hay más de 110.000 empresas familiares de las que depende el 70% del empleo privado", según se afirmó ayer durante la jornada "El relevo generacional, el testamento y la supervivencia de la empresa familiar", que se desarrolló en la Cámara de Comercio tinerfeño.

En este foro, se puso de relieve que más de 15.000 de estas sociedades están afrontando en este momento de crisis el traspaso de poderes de padres a hijos.

La vicepresidenta de la institución cameral, Ángeles Palmero, señaló que "el talón de Aquiles, el punto más vulnerable de la empresa familiar, es el relevo generacional, ya que cuando los fundadores quieren pasar el testigo a sus hijos lamentablemente imperan más los criterios de afectividad frente a decisiones objetivas que miden habilidades, preparación profesional, compromiso de trabajo, etcétera". Las circunstancias causantes de que más del 60% de este tipo de negocio no alcance la segunda generación.

En Canarias, más del 20% de los negocios familiares se encuentran en estos momentos afrontando la etapa sucesoria, pero sólo el 34% de ellos han planificado el proceso de traspaso de poderes y ha decidido quién será el sucesor.

El vicepresidente de la Asociación de la Empresa Familiar en Canarias, Rosendo Cabrera Hernández, insistió en que la planificación del proceso sucesorio es vital para garantizar la permanencia del negocio familiar. Hizo hincapié en que para que las acciones llevadas a cabo por los dueños de las empresas sean eficientes y efectivas deben estar contenidas en un plan estratégico específico.