Las disidentes Damas de Blanco reclamaron hoy, Día Internacional de los Derechos Humanos, la libertad de los presos políticos con protestas pacíficas ante las puertas de dos prisiones de La Habana, en las que no se produjeron incidentes.

Se trata de la primera vez que estas mujeres, familiares de presos políticos, se manifiestan ante las cárceles, en este caso las de Combinado del Este y la llamada "15/80", ambas a las afueras de La Habana.

En esas cárceles se encuentran varios presos políticos del Grupo de los 75 (opositores condenados en la Primavera Negra de 2003), según dijo a periodistas Laura Pollán, entre ellos su marido Héctor Maseda, así como Óscar Biscet y Ángel Moya, éste último esposo de Berta Soler, otra de las portavoces del colectivo femenino.

Las Damas de Blanco organizaron hoy una sorprendente "estrategia" al dividirse en tres grupos para llevar su reclamo de libertad y respeto a los derechos humanos a las puertas de estas prisiones y también ante el Ministerio de Justicia.

En el caso de la concentración ante la cárcel del Combinado del Este, quince de estas mujeres encabezadas por Laura Pollán y portando sus habituales gladiolos así como la Declaración de los Derechos Humanos en las manos lanzaron gritos de "libertad" y "vivan los derechos humanos" ante las puertas del penal, sin que tuvieran problemas para realizar su protesta pacífica.

En la zona se encontraban agentes de la seguridad de la prisión así como familiares de presos recluidos en ese penal que esperaban para ver a sus allegados, que observaron en silencio la manifestación de las Damas de Blanco.

La protesta en la prisión duró unos quince minutos y a continuación este grupo regresó a La Habana en los taxis en que habían llegado.

Otras quince Damas de Blanco hicieron lo mismo en la cárcel "15/80" y otro grupo similar también coreó gritos de libertad y en favor de los derechos humanos enfrente del Ministerio de Justicia, según informaron varias integrantes del colectivo disidente.

Las Damas comenzaron ayer jueves sus actos con motivo del Día de los Derechos Humanos con una marcha por el centro de La Habana en la que fueron increpadas por unos 200 seguidores del Gobierno, en su mayoría jóvenes estudiantes.