Cuba ha manifestado a la UE su interés en lograr un acuerdo bilateral y en normalizar las relaciones, aunque insiste en que el bloque europeo elimine su "posición común", según un documento interno comunitario al que tuvo acceso Efe.

El documento, producto de las consultas iniciadas entre Bruselas y La Habana en las últimas semanas, señala que las autoridades cubanas estarían dispuestas a aceptar un acuerdo bilateral con las condiciones que la UE incluye en todos estos pactos, como respeto a los derechos humanos y la no proliferación de armas de destrucción masiva.

Los funcionarios comunitarios que mantuvieron las consultas en La Habana hablaron también con los representantes diplomáticos de los Estados miembros de la UE en Cuba, y éstos últimos no han mostrado oposición a avanzar hacia un acuerdo bilateral, añade.

Las consultas comenzaron después de que los ministros de Exteriores de la UE encargaron el 25 de octubre a la Alta Representante, Catherine Ashton, explorar las vías para un nuevo acercamiento diplomático a Cuba, aunque sin revocar de momento la llamada "posición común" europea sobre el país caribeño.

Las consultas han mostrado que Cuba está interesada en normalizar las relaciones con la Unión y en proceder con las negociaciones para un acuerdo bilateral, a fin de que la isla deje de ser el único país de Latinoamérica con el que la UE no tiene una relación contractual, según el informe.

Sin embargo, los interlocutores de La Habana han insistido en la "incomodidad" que supondría negociar un acuerdo con la UE mientras ésta mantiene su "posición común", una estrategia que según Cuba promueve el "cambio de régimen".

La "posición común", vigente desde 1996, vincula el desarrollo de las relaciones de la UE a los avances en materia de derechos humanos y democratización en Cuba, aunque siempre ha sido rechazado por La Habana por considerarla una injerencia.

Las consultas de las últimas semanas entre ambas partes han mostrado que las autoridades cubanas podrían aceptar iniciar el proceso negociador incluso si la "posición común" sigue vigente, aunque esperan su derogación cuando el Consejo de Ministros de la UE apruebe el mandato de negociación para el acuerdo.

El documento explica que Cuba prefiere un acercamiento paulatino al bloque europeo, comenzando por un acuerdo bilateral simple, en el que el país caribeño estaría dispuesto a incluir en un posible pacto de ese tipo las cláusulas políticas que la UE considera de inclusión obligatoria, como el respeto a los derechos humanos y la no proliferación de armas de destrucción masiva.

Las autoridades cubanas han señalado además a Bruselas que por ahora no buscan obtener nuevas ventajas comerciales de la Unión Europea, con la que ya disfruta del Sistema de Preferencias Generalizadas, aunque sí buscaría reforzar la cooperación bilateral.

De cara al futuro, el documento plantea la posibilidad de que la próxima sesión del diálogo político UE-Cuba se celebre entre Ashton y el ministro cubano de Exteriores, Bruno Rodríguez, en enero, a fin de obtener de La Habana algunos compromisos sobre la liberación de todos los presos políticos y el permiso de retorno de los que han sido excarcelados y enviados fuera del país.

De forma paralela, Ashton podría establecer contactos bilaterales con los países más relevantes de la UE en esta cuestión (como España, Francia, Alemania, Suecia o República Checa) para tratar de crear un punto de acuerdo sobre el modo de iniciar las negociaciones con La Habana.

De esa forma, Ashton podría presentar los posibles resultados en el Consejo de Ministros de Exteriores de la UE que se celebrará el 31 de enero en Bruselas, en el que -si todos los elementos se conjugan de forma positiva- se podría acordar la preparación del mandato de negociación, añade el documento.

Inicialmente, Ashton tenía previsto presentar su informe a los ministros de Exteriores en la reunión del próximo lunes, pero el retraso hasta finales de enero permitirá extender los contactos con Cuba y con algunos países comunitarios.

Además, se evita la coincidencia de ese debate con la entrega, prevista para el próximo martes, del premio Sájarov a la Libertad de Conciencia, que el Parlamento Europeo concedió en esta edición al disidente cubano Guillermo Fariñas.