La secretaria de Estado de Cambio Climático, Teresa Ribera, consideró hoy un paso "extraordinariamente positivo" para la protección del medio ambiente la cumbre sobre el cambio climático celebrada en Cancún y la conferencia sobre biodiversidad de Nagoya (Japón).

"Es extraordinariamente positivo. Ha sido un otoño magnífico porque la UE siempre ha defendido un incremento de la protección ambiental a nivel global y ha considerado que el referente para tomar esas decisiones debe ser (las) Naciones Unidas", comentó Ribera a su llegada al Consejo de ministros europeos de Medio Ambiente, que se celebra hoy en Bruselas.

Ribera admitió que a principios de año existía "bastante escepticismo", tras el fracaso de Copenhague y los escasos avances en las negociaciones internacionales sobre cambio climático, sobre si las Naciones Unidas, por su procedimiento de toma de decisión, sería el escenario necesario para lograr el consenso requerido.

"Cancún se resuelve con un consenso, con la única exclusión de Bolivia, que se quedó al margen por su propia voluntad, en torno a cómo dar los siguientes pasos de manera equilibrada para profundizar en la senda de reducción de emisiones sin olvidar ninguno de los elementos clave de las políticas globales de cambio climático: la adaptación, la financiación o la generalización de las tecnologías limpias", valoró.

Por otra parte, "Nagoya resultó con un enorme éxito", ya que pudieron adoptarse "textos, decisiones, un protocolo que resuelve cuestiones tan difíciles como garantizar el acceso a los beneficios de la biodiversidad para las poblaciones comunes".

"Estoy segura de que va a ser un Consejo en el que todo el mundo manifieste mucha y mejor confianza en el futuro y la satisfacción de estar mucho mejor de lo que estábamos hace tres meses", aseguró.

La cumbre de las Naciones Unidas sobre cambio climático de Cancún se celebró del 29 de noviembre al 10 de diciembre y superó las escasas expectativas, ya que por primera vez se colocaron bajo el paraguas de las Naciones Unidas los esfuerzos de todos los países contaminadores para reducir las emisiones de gases y se logró el compromiso de incrementar estos objetivos de mitigación si nuevos estudios científicos lo estiman necesario.

La Convención de la ONU sobre Biodiversidad de Nagoya, celebrada del 18 al 29 de octubre, concluyó con nuevas cuotas de protección de los ecosistemas y un protocolo sobre recursos genéticos, el caballo de batalla de los países latinoamericanos.