Imagen del laboratorio en el que desarrollan el proyecto Cafadis./EL DÍA

Cafadis es un proyecto de éxito que nace en Tenerife. Investigadores de la Universidad de La Laguna han creado una cámara que permite obtener fotografías en tres dimensiones con un único dispositivo. Es un proyecto que destaca a nivel mundial, compitiendo con otros que se desarrollan en la Universidad de Stanford y Adobe.

Las soluciones del mercado en la actualidad requieren tener varias cámaras para poder crear imágenes y vídeos en tres dimensiones. Con esta solución no sólo permite realizar el mismo trabajo con una única cámara, también ofrece imágenes completamente enfocadas y, por el tipo de tecnología que utiliza, sólo puede mejorar,

José Manuel Rodríguez es el investigador principal del proyecto. "Tenemos dos patentes, la primera en 32 países. Cada país en el que registramos la patente cuesta 40.000 euros por la gestión y traducción. Es una cantidad de dinero importante, pero hay que mantenerla para poder vender el uso de esta tecnología y, sobre todo, que no nos puedan echar de este campo de investigación porque nadie podrá apropiarse del trabajo realizado".

Mientras habla transmite la pasión necesaria para emprender y crear. Reconoce que durante el último año la Universidad lagunera ha trabajando intensamente en crear la infraestructura necesaria para que los investigadores puedan transferir su trabajo a las empresas para hacerlas más productivas y al mismo tiempo crear riqueza en las islas.

Desde la idea inicial han avanzado en desarrollar diferentes mejoras y crear una tecnología que pueda adaptarse al mercado. "Antes teníamos que romper las cámaras para crear nuestros prototipos, por lo que para utilizar el producto había que pedirles a los fabricantes cambiar la forma en la que lo hacía. Era inviable. Ahora hemos creado un accesorio que permite convertir en cámara 3D cualquier dispositivo".

Mercado mundial

El grupo de investigación ya trabaja en diferentes tipos de aplicaciones. Tener una cámara que permita medir con exactitud la profundidad de los objetos de la imagen puede ser utilizado en la medicina, biología, astrofísica, uso doméstico, televisión, y, por supuesto, el cine. José Manuel Rodríguez indica que "para generar las imágenes en 3D de forma comercial vamos a utilizar electrónica de última generación que multiplica por mil la velocidad de proceso de decodificación. El secreto del éxito está en que seamos capaces de crear un producto atractivo como otros del mercado como Kinect o el microscopio que se puede conectar a un ordenador".

Poder crear dispositivos que adapten todas las cámaras actuales es una de opciones que barajan. "Cuando uno monta la empresa, la spin-off, tiene que asegurar el negocio. Podemos ensamblar, programar, y vender. Eso es seguro. Si además surgen otro tipo de acuerdos de las diversas multinacionales que están interesadas, mejor. El hecho de tener la patente y poder licenciarla es lo que les atrae. Somos atractivos por doble motivo", indicó. Respecto a la investigación aplicada, reconoce que "no es nada cómodo innovar aquí pero es nuestra responsabilidad el cambiarlo. Es diferente, como asume el fracaso en las aventuras en España y en EEUU. Tenemos que animar al resto de científicos a que intenten realizar una transferencia de tecnología", recalcó.

Durante la visita al laboratorio se escuchaban ruidos de las obras que se realizan para alojar a las futuras empresas que nacerán gracias a la actividad investigadora. Una buena metáfora de cómo tenemos que transformar la economía del ladrillo a la del conocimiento.