Las conclusiones del órgano pericial designado por el juez Javier Pérez, que investiga el accidente del vuelo de Spanair JK5022 ocurrido el 20 de agosto de 2008 en el aeropuerto de Barajas, serán determinantes para sustentar la posible responsabilidad penal en el fallecimiento de 154 personas una vez se hayan ultimado en enero los informes.

La comisión pericial prevé dictar en febrero el informe clave de la investigación, puesto que se dilucidarán las causas que provocaron el siniestro. En enero están señaladas varias reuniones para ultimar el informe pericial.

Por ahora, el magistrado cuenta con peritajes de parte sobre las pruebas del relé y otros aspectos de Spanair; de la Asociación de Afectados del Vuelo JK5022; el del Instituto Nacional de Aeronáutica, y un informe de peritos de parte.

Entre otros aspectos, el documento deberá incluir las conclusiones realizadas sobre el estado del relé R2-5 recuperado de los restos del avión siniestrado ante las sospechas de que podría estar estropeado.

Una posible avería podría explicar por qué la alarma que debía avisar a los pilotos de que olvidaron desplegar los alerones de las alas, los ''flaps'' y ''slaps'', falló y no sonó.

El informe pericial será determinante para que el magistrado decida si sigue adelante con el proceso judicial o si archiva la causa al concluir que no se puede imputar responsabilidad penal a los técnicos imputados, entre ellos el jefe de mantenimiento de Spanair.

Entre otros trabajos, la comisión ha realizado en el Instituto Nacional de Técnica Aeronáutica una prueba del relé para determinar si estaba defectuoso y si ello provocó que no funcionara el Take Off Configuration Warning Systems (TOWS) y se conectase la calefacción de la sonda Ram Air Temperature (RAT). Además, se investiga si los motores del avión funcionaban bien.

RELÉ AVERIADO.

Según el informe de la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación (Ciaiac), dependiente del Ministerio de Fomento, podría haber fallado el relé, lo que hizo que se desconectase el ''TOWS'' y se conectase la calefacción del ''RAT'', que subió a 100 grados antes del primer intento de despegue, aviso este último que motivó la vuelta del avión al parking.

El informe apuntaba a que los técnicos de mantenimiento --uno de ellos está imputado-- revisaron el fallo y consultaron en el libro de equipo mínimo que indicaba que se podía despachar el avión con el calefactor del RAT inoperativo, con la única condición de que el vuelo no se desarrollase en condiciones de formación de hielo, por lo que procedieron a desactivarlo tirando su ''circuit breaker'' correspondiente.

Dicho libro consultado era la MEL y está aprobado por Aviación Civil. En él se recogen los sistemas que pueden encontrarse inoperativos al despachar el avión para volar.

El problema es que el hipotético fallo del relé R2-5 habría afectado adicionalmente al TOWS, problema que no habrían advertido ni tripulación ni técnicos al no haber aviso de fallo en dicho sistema.

Al no funcionar el chivato del TOWS, el piloto no fue alertado de que el avión intentaba despegar sin que los ''flaps'' y ''slats'' --dispositivos hipersustentadores de ala necesarios para el despegue-- estuvieran extendidos. Esta circunstancia provocó que el avión no pudiera coger altura y se estrellara a los pocos segundos de despegar