Dos días después de que el Comité Electoral Nacional del PP no respaldara al ex vicepresidente del Gobierno Francisco Álvarez-Cascos para la presidencia de Asturias, el que fue secretario general del PP y ministro en varios de sus gobiernos abandonó el partido "por dignidad personal".

Tras 34 años de militancia, Cascos presentó su baja como afiliado en el PP mediante una misiva entregada personalmente en la sede del partido en Madrid.

Dirigida a Mariano Rajoy, en su carta Álvarez-Cascos señala que ha adoptado dicha decisión "al no recibir el amparo solicitado reiteradamente al órgano competente ante los menosprecios, descalificaciones e insultos que me dirigieron otros militantes, cobijados con el membrete oficial del PP de Asturias, impunemente, sin otro pretexto que el de haber manifestado mi disponibilidad para encabezar la candidatura a las próximas elecciones autonómicas".

"Dejo el partido después de 34 años de militancia ininterrumpida, por razones de dignidad personal. La decisión es firme y las circunstancias que la justifican las conoces sobradamente", explicó a Rajoy en la misiva a la que tuvo acceso el diario El Comercio.

Además, Cascos recuerda los insultos de los que fue objeto entre los meses de julio y octubre al ser calificado de "galáctico", "sexagenario" y "terrorista callejero".

Señala que los autores de los comportamientos denunciados "acaban de ser legitimados por ti y recompensados con el nombramiento que reclamaban, lo que no tiene precedentes, que yo recuerde, en la historia del partido".

Nada más conocerse la noticia, el PP lamentó la decisión adoptada por Álvarez-Cascos y subrayó que sus dirigentes siempre han reconocido públicamente su labor.

El PP aseguró que la solicitud de baja aún no ha sido recibida por la dirección del partido y destaca las "importantes responsabilidades" que Álvarez-Cascos ha desempeñado en la organización del PP y en los gobiernos de dicho partido.

Fuentes del PP dan ya por concluido el "capítulo Cascos" y cierran filas en torno a Pérez Espinosa. También lamentan los términos utilizados por Álvarez-Cascos en la carta exponiendo los motivos de su decisión y consideran que es "injustificada" la acusación de que la dirección nacional del partido puede haber actuado con "complicidad" para permitir esas acusaciones.