Grecia inicia el año con alzas generalizadas de precios por el incremento del IVA en algunos productos básicos, y con una serie de medidas para recaudar unos 12.000 millones de euros adicionales para el Estado, equivalentes al 5 por ciento del producto interior bruto (PIB), entre 2012 y 2014.

El IVA de algunos productos de primera necesidad, así como el transporte público, el agua, la electricidad y el teléfono, sube desde hoy dos puntos, del 11 al 13 por ciento, lo que se agrega a los incrementos habituales para compensar la inflación, que en 2010 se prevé sea superior al 4 por ciento.

El primer ministro griego, Yorgos Papandréu, presidirá hoy en Atenas su primer Consejo de Ministros para revisar la lista de exigencias a cumplir hasta el próximo marzo para obtener el cuarto tramo de ayuda externa, de 15.000 millones de euros, que está sujeto al cumplimiento de un plan de reajuste administrativo y presupuestario.

Entre las reformas que se deben aplicar se incluye el saneamiento de las empresas estatales, el cierre de unos 300 organismos estatales, acabar con la situación de monopolio en unas 150 profesiones, sanear el sistema nacional de salud, y reformas adicionales en el sistema de seguridad social y el mercado laboral.

Para alcanzar estas metas, los ingresos de un millón de funcionarios del sector público y de las empresas estatales sufrirán recortes adicionales en las pagas extras que recibían hasta ahora.

El Ministerio de Finanzas ha encargado una ley que castiga severamente la evasión del pago del IVA con medidas que acarrean hasta penas de prisión.

También se debatirá la extensión del plazo del pago del préstamo de 110.000 millones de euros que la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) otorgaron a Grecia por tres años para salvarla de la quiebra el pasado mayo, y que será discutido por los ministros de Economía y de Finanzas europeos en una próxima reunión.

Los trabajadores del transporte urbano en Atenas que se oponen a la fusión de las cinco empresas actuales han comenzado la semana con un paro de cuatro horas entre las 03.00 y las 07.00 GMT y entre las 19.00 y 22.00 GMT.

Para el miércoles se ha convocado a una huelga de 24 horas en el transporte ferroviario de la capital y un paro de cuatro horas en el resto del transporte urbano, medidas de presión que se repetirán el lunes 10 de enero.