"Los laguneros estamos asistiendo a un nuevo atentado encubierto contra el patrimonio histórico arquitectónico de La Laguna". Así de rotundo se expresó el concejal socialista Yeray Rodríguez, al referirse a la vivienda protegida y catalogada con un nivel de protección ambiental 1 que se encuentra en la calle Molinos de Agua, nº 20.

Esta casa es de carácter tradicional y representativa de la época, construida a finales del siglo XVIII y principios del XIX y consistente en una construcción terrera entre medianera y de cubierta de teja de curva y patio interior.

Es de destacar que la vivienda en cuestión se encuentra en el lagunero barrio de El Timple, que ya cuenta con otros dos ejemplos de arquitectura representativa de la época. En estos dos casos, las casas están perfectamente protegidas, rehabilitadas y habitadas.

La vivienda protegida de la calle Molinos de Agua ha pasado por múltiples avatares a lo largo de los últimos 20 años. Lleva cerrada dos décadas, desde que murió su última moradora, tiempo suficiente para que se haya deteriorado hasta límites insospechados. Ha estado ocupada, desalojada, vuelta a ocupar, saqueada, destrozada y por último tabicada y retiradas todas sus cubiertas.

En los últimos seis años, desde los orígenes de la elaboración del Plan Especial de Protección, la vivienda ha pasado de un estado de conservación regular a un estado de conservación ruinosa. Hace unos años, según Yeray Rodríguez, "se le retiró de forma deliberada la cubierta de teja, en lo que posiblemente es una intencionalidad especulativa".

Con este intento de acelerar su ruina, el concejal socialista consideró que nos podemos estar enfrentando a dos situaciones, la primera de las cuales la centró en que "la normativa que protege edificios con grado de protección ambiental 1 obliga a la conservación de todos aquellos elementos originales de su estructura. No es lo mismo rehabilitar y conservar una parte muy importante de la vivienda que solo conservar su fachada."

La otra situación que expone es que "con el avance de la ruina se puede perseguir una descatalogación de la vivienda, tal y como ha sucedido con otras viviendas del casco histórico. Hay que recordar que en el momento de la elaboración del Plan Especial de Protección ya se descatalogaron seis viviendas por presentar un estado ruinoso. Nos podemos estar enfrentando a unas condiciones casi idénticas".

La parcela que ocupa la vivienda de la calle Molinos de Agua, para el concejal socialista, "es muy apetitosa desde un punto de vista urbanístico y volvemos a insistir en que no es lo mismo conservar una vivienda de una planta que perseguir su ruina, conseguir su descatalogación y poder construir en su parcela un edificio de muchas más alturas".

En la elaboración del Plan Especial de Protección ya se alertaba de que el inmueble necesitaba una intervención urgente. Con el transcurso de los años esta situación es peor. Hace algo menos de cinco años se le retiró la teja, por lo tanto todas sus estructuras se encuentran a la intemperie, sin protección alguna, lo que lleva a un deterioro acelerado de sus muros, paredes y estructuras. Como en tantos otros, no se ha hecho absolutamente nada.

A pesar de la existencia de una moratoria de dos años en la aplicación de la ordenanza ITE (Inspección Técnica de Edificaciones), hay algunas viviendas, especialmente aquellas que ofrecen algún tipo de grado de protección, que no pueden estar esperando a su aplicación, ya que con el paso del tiempo, como mínimo dos años en este caso, también aumentará su grado de deterioro y por tanto de correcta conservación.

En esta ocasión, el equipo de gobierno y la concejal de Patrimonio Histórico están a tiempo de actuar y corregir esta lamentable situación, según apunta Yeray Rodríguez.