El secretario general de UGT, Cándido Méndez, ha asegurado que no ve "grandes perspectivas" de que en 2011 pueda "iniciarse un sendero de recuperación sólido" ante una "situación de estancamiento económico" actual que es "muy preocupante" y con una inflación "bastante alta".

En declaraciones a la Cadena Ser recogidas por Europa Press, Méndez ha admitido como "probable" que España pueda estar "en la última fase de la destrucción de empleo y que ésta se haya ralentizado" aunque al mismo tiempo ha advertido que eso no significa la recuperación de empleo.

"Otra faceta muy importante, como es si se atisba o no la recuperación del empleo, esa desde luego yo creo que nadie está en condiciones en este momento de plantear, ni siquiera una expectativa mínimamente razonable. Porque el empleo tiene que venir de la recuperación de la actividad económica, que está bajo mínimos", ha explicado.

Para el dirigente sindical, lo que ha demostrado "la experiencia y lo que está ocurriendo estos últimos meses" es que el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero no consigue tranquilizar a los mercados. "Ni ha conseguido con la reforma laboral mejorar la estabilidad del empleo, o enviar un mensaje positivo para iniciar la senda de la creación de empleo", ha indicado.

En este sentido, ha señalado que cuestiones como la reforma laboral u otras medidas económicas adoptadas por el Gobierno han alejado "las posibilidades de recuperación de la economía española", ante lo que ha apostado por "una política económica que apueste por la recuperación de la actividad" para crear puestos de trabajo. "Habría que haber mantenido las inversiones públicas", ha apostillado.

En esta línea, ha lamentado que mientras se trata de dar "un tajo muy duro" en las políticas de gasto, en las de mejora de ingresos "no se actúa con la suficiente firmeza", por lo que ha apostado por "una política que fuera gradualmente reduciendo el déficit público pero no a costa de sacrificar la recuperación de la economía española".

"Nada es fácil, este tipo de planteamientos hay que defenderlos en la UE. Luego hay otras políticas que no pueden ser consideradas como imposiciones de la UE: ni la política de pensiones ni la reforma de nuestro mercado laboral se pueden achacar a imposiciones de la UE porque tanto una como la otra son políticas nacionales. La política de déficit, de deuda sí las marca la UE. Pero las políticas laborales y de Seguridad Social no las marca la UE", ha concluido.