El Régimen Económico y Fiscal de Canarias (REF) está fuera de la realidad. Así de contundente se muestran sindicatos y empresarios, que quieren enviarle este mensaje a los partidos políticos tras el llamamiento del presidente regional, Paulino Rivero, para poner en marcha su actualización. Los agentes económicos y sociales, que ven con preocupación que Rivero los mantiene al margen del proceso, piden ser incluidos en los contactos que abrió el Ejecutivo esta semana con los grupos parlamentarios y, además, les advierten de que es urgente corregir este desfase.

El secretario general de Comisiones Obreras de Canarias (CCOO), Juan Jesús Arteaga, recuerda que el Pacto Social por la Economía y el Empleo acordó incluir a los agentes sociales -y económicos- en este debate, "que no es exclusivo de los políticos". Así, "lo primero que demandamos es tener participación y dar cumplimiento al pacto".

Tanto CCOO como la Cámara de Comercio de Santa Cruz de Tenerife apuntan que la legislatura tiene sus días contados. Dentro de cuatro meses habrá elecciones locales y autonómicas y tanto los empresarios como los sindicalistas demandan que el acuerdo para adaptar esta herramienta fiscal a la realidad esté culminado antes de esa fecha. "Es urgente", coinciden.

El problema, explican los dos, es que el REF se formuló -y funciona "bien"- en épocas de bonanzas, pero la crisis plantea una nueva situación en la que ya no resulta útil. El director general de la Cámara de la provincia tinerfeña, Vicente Dorta, también cree que parte del REF "ahora no tiene utilidad" porque la situación económica hace que muchas empresas "no puedan aprovechar sus herramientas, como la Reserva para Inversiones en Canarias (RIC)".

"El principal problema de las empresas es la financiación, que no la tienen, y tampoco tienen beneficios. Por lo tanto, no pueden beneficiarse de las exenciones fiscales -que siempre se aplican sobre las ganancias- de la RIC", lamenta Dorta.

La Cámara apunta la conveniencia de estudiar que se vuelva a permitir la inversión de los beneficios fiscales provenientes de la RIC en inmuebles -antes se podía, pero en su última reforma se erradicó esta posibilidad-.

Arteaga añade que la RIC "se ha mostrado una herramienta no muy adecuada" para la crisis porque "no hay beneficios y tampoco crédito". Y es que "muchos de los beneficios de las empresas son meros apuntes contables".

Por este motivo, señala Arteaga, "si no hay manera de invertir los beneficios a cambio de exenciones fiscales al Impuesto de Sociedades, hay que cambiarlo".

Se requiere así "una reflexión" sobre si esta herramienta "sigue siendo válida o hay que poner en marcha otra". En todo caso, matiza, "está claro que hay que mantener el diferencial fiscal como una compensación a la lejanía".